Entrevista con Brooke Smith

13 August 2024 Texto: Redacción. Fotografía: Brooke Smith, excepto indicada.


las mañanas de los domingos en el cbgb's

“Sunday Matinee” es el nuevo libro de Brooke Smith. Pocas fotografías documentan la esencia de esos años del new york hardcore como las fotos de Brooke, la verdadera esencia de esa escena, de ese mundo, de ese lugar y tiempo mágicos, con una voz visceral, llena de matices y crudamente honesta. Brooke es más que una fotoperiodista. Es más que una fotógrafa artística. Documentó la subcultura definitiva desde su santuario interior. Pudo hacerlo porque pertenecía a ella. Era su ambiente. Captó los momentos más puros porque nunca fue una presencia molesta. Al contrario, era una amiga muy querida. No tenía que desarmar ni encantar a ninguno de sus sujetos.

El talento y los logros de Brooke más allá de la fotografía son conocidos y apreciados en todo el mundo (su carrera como actriz norteamericana no la vamos a descubrir ahora, vete a google y veras el por qué), y con este trabajo fotográfico y la edición de este magnifico libro nos ha sorprendido a todos, realizando un trabajo muy importante, muy necesario para documentar una epoca del new york hardcore que destaca por encima de las demás.

 

 

¿Cual es el punto de partida del libro? ¿en que año empiezas a fotografiar? 
Fui a mi primera matiné cuando tenía unos 15 años, en 1982. Una de las únicas clases que me gustaban en el instituto era la de fotografía, así que me llevaba la cámara a todas partes. Empecé a fotografiar espectáculos y a mis amigos casi de inmediato.

¿Por qué un libro las “Sunday Matinee” del CBGB? ¿Por qué crees que es tan importante que se conozca esa historia?
Las matinés de los domingos en el CBGB fueron el lugar donde nació nuestra escena. Los espectáculos eran para todas las edades; se suponía que tenías que tener 16 años, pero todos encontrábamos la manera de entrar aunque no los tuviéramos. No había separación entre los artistas y el público y creo que es importante que la gente conozca la escena NYHC porque, en mi opinión, fue una de las últimas veces que hubo un movimiento artístico en nuestro país completamente DIY. Estaba hecho por nosotros y para nosotros y no intentábamos hacernos ricos o famosos.
Una de las cosas a las que responden los más jóvenes con mis fotografías es que se dan cuenta de que esos chicos vivían una vida auténtica, sólo con ver las fotos. No representaban sus vidas para las redes sociales. Creo que hoy en día hay una verdadera sed de conexión real. Espero que los jóvenes se sientan inspirados para salir y crear sus propias escenas allí donde estén.

¿Esas matinees eran solo de hardcore?
Las matinés de los domingos eran exclusivamente de música hardcore.

 

 

¿A quién se le ocurrió crear las Sunday matinees? 
Creo que Hilly Kristel empezó a dar conciertos por la tarde porque la mayoría de los chicos a los que les gustaba el hardcore eran menores de edad. Luego empezó a ganar dinero con esos espectáculos a medida que la escena crecía. Max’s Kansas City cerró en 1981 y A7 y Great Gildersleeves cerraron en 1984, así que los domingos por la tarde eran el lugar al que ir en Nueva York para ver esas bandas de hardcore.

¿Cómo era la ciudad y la escena antes de las Sunday matinees?
En mi libro hay unas cuantas fotos de Alphabet City y el East Village a principios de los años ochenta. Una de las primeras personas que conocí allí era un tipo llamado Fran, que formaba parte de una banda de hardcore y vendía hierba a todo el mundo de la escena. Así que pasar el rato allí fue una forma estupenda de conocer a todo el mundo. Era un poco como el salvaje oeste por aquel entonces, y la policía te dejaba en paz si estabas al este de la Avenida A. La ciudad era peligrosa, pero parecía que nos pertenecía. Recuerdo que la gente de la calle te insultaba y te escupía por llevar las pintas que teníamos.

¿Tu vivias en esa área o venias de otro barrio o ciudad? ¿Qué recuerdas de aquellos años del comienzo de todo?
Crecí en los suburbios, a unos 30 minutos en coche de Manhattan. Antes de los 16 años cogía el autobús para ir a la ciudad. Cuando me saqué el carné, tenía una vieja ranchera verde en la que llevaba a los grupos a los conciertos. Me mudé a la ciudad a tiempo completo el mismo día que terminé el instituto. Alquilé un estudio en la calle 76 oeste y viví allí con John Joseph, y después con Alexa Poli. HR siempre dejaba allí su maleta cuando estaba en la ciudad. Recuerdo que había un poco de violencia en ese entonces … había peleas con las bandas locales sobre todo en Tompkins Square Park.

 

 

Aparte de la escena hardcore… ¿Cómo era la vida en esos años? 
Creo que todos teníamos en común algún tipo de trauma infantil. Éramos hijos de padres divorciados, alcohólicos y drogadictos, y muchos de nosotros sufrimos abusos físicos o sexuales. Creo que estar en pozos físicos, peligrosos e íntimos fue una forma de empezar a superar los abusos sexuales que sufrí de niña. Elegí estar allí, que era diferente de cuando sufrí abusos. Pude empezar a aprender a confiar en la gente. Nos cuidábamos los unos a los otros y todos nos cubríamos las espaldas. También nos divertíamos mucho: era nuestra ciudad y nuestro ambiente, y nos encantaba.

Desde tu punto de vista, ¿Quién o qué banda o grupo de amigos crees que trabajo más en la escena y le dio esa forma y sentido a lo que hoy conocemos como New York Hardcore?
No llaman a Agnostic Front “Los Padrinos del Hardcore” por nada. En mi opinión, AF siempre estuvieron ahí y fueron una de las bandas que más se implicaron en la creación de la escena. Los vi tocar muchas, muchas veces. También Warzone, Murphys Law y Cro-mags. Siempre podías encontrar a Roger, Ray, Jimmy o John y Harley si sabías dónde buscar. También teníamos un grupo de chicas (una crew) que se llamaba Warzone Women, formado por mis amigas de la escena.

 

 

Y hablemos de ese sonido tan peculiar…, ¿A tu juicio, quiénes fueron los arquitectos del sonido NYHC?
Cause For Alarm, The Mob, Agnostic Front, Cro-mags y Murphys Law.

¿En aquel momento era solo gente del Lower East Side o venía gente de otras ciudades o paises?</strong
Muchos chicos venían de los distritos periféricos: Brooklyn, el Bronx, Queens… y otros venían de las afueras, como yo. Algunos de otros estados como Connecticut o Nueva Jersey. Frenchie era un gran tipo y roadie de AF y vino de Canadá. Sólo lo supe porque tenía un tatuaje que decía “Made In Canada” en la frente, jejeje. También conocí a algunos ingleses.

Creemos que es muy importante reivindicar el papel de la mujer en la escena NYHC, ya que parece que aquello era solo un grupo de chicos duros haciendo moshing (LOL), pero tenemos entendido que todas las amigas hicieron mucho, ¿verdad? Es lo que suele pasar con la historia, que siempre las personas que trabajan duro, y que como solemos decir, están el almacen y en la trastienda, se mantienen al margen porque no les interesa salir en la foto, solo les interesa ayudar a construir una comunidad. Y realmente el NYHC tenia eso, y es algo que la gente no lo sabe. Una parte importante de amigos y amigas estaban en la trastienda trabajando a destajo y creando una escena y movimiento. Aunque suelen ser en muchos casos olvidados, triste e injustamente. Lo bonito es que tu libro les da el sitio que se merecen en la historía.
Tienes toda la razón. Aunque la escena estaba definitivamente dominada por los hombres, había muchas mujeres. Algunas tenían bandas como Scab, PMS, Scum Goddess, Frightwig… Algunas chicas escribían fanzines. Amy Keim, BJ Papas y yo hacíamos fotos, junto con otras mujeres que no conocía. Amy también era la cantante de Nausea. Y como ya he dicho, había un grupo de chicas que siempre estábamos por allí y que siempre estábamos dispuestas a ayudar en lo que pudiéramos: hacer y colocar folletos, llevar a las bandas a los conciertos, hacer camisetas y pegatinas, etc…

 

 

Había algún tipo de conexión con otras subculturas como el hiphop, la new wave, el reggae…? ¿Cómo convivían todos en el Manhattan de esos años?
Una de las mejores cosas de Nueva York es que obliga a todo tipo de gente a estar junta. Estaba la conexión entre el hiphop y el hardcore con Beastie Boys. Luego llegaba el reggae de Bad Brains. Conozco a un tipo que venía del Bronx y de la escena musical Freestyle de allí. La new wave no se extendió mucho: actuaban en Peppermint Lounge, Limelight y Danceteria. Yo trabajaba de guardarropa en el Ritz, así que allí veíamos todo tipo de actuaciones.

¿Nos puedes contar alguna anécdota curiosa de aquellos días?
En el verano de 1985, cuando mis padres estaban fuera de la ciudad, monté una fiesta en la piscina de lo más hardcore. Tocaron Warzone y Nausea y algunas bandas más. Hay fotos de la fiesta en mi libro. Desafortunadamente, la policia local estaba al tanto de mi y cuando vieron una furgoneta con skinheads dentro, los pararon y los registraron ilegalmente. Roger, de AF, acabó en la cárcel (porque ese día había estado entregando drogas a alguien). Eso fue una movida gordísima.

Personalmente, ¿cómo fue el final de todo aquello? ¿Dejaste de ir a las matinales o dejaste de fotografiar? Háblanos un poco de lo que hiciste después…
Mi hermano pequeño murió en un accidente de surf en agosto de 1985. Obviamente cambió toda mi vida. Recuerdo que sentí que había llegado el momento de madurar y empezar mi vida. A partir de 1986 fui a menos espectáculos, y en 1987 ya tomaba clases de interpretación en la American Academy Of Dramatic Arts. Poco después conseguí mi primer papel en una película y empecé a trabajar como actriz a partir de entonces. “El Silencio de los Corderos” fue mi primera gran oportunidad. Sigo haciendo fotos con una cámara y hace poco fotografié a Sick Of It All y Agnostic Front cuando tocaron en Los Ángeles.

Comprate esta joya en: www.sundaymatineebook.com

 

 

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