{english below} “The Black Panthers: Vanguard of The Revolution” es un documental histórico pero, sin duda alguna, es también una crónica contemporánea que fuerza al espectador a reflexionar sobre el actual conflicto racial en Estados Unidos. Recientemente, episodios de brutalidad policial y violencia hacia la comunidad afroamericana de este país han ocupado las primeras planas de los periódicos y, como consecuencia, movimientos sociales como el de #BlackLivesMatter han aparecido con fuerza. Este documental nos ofrece una obra única para entender el pasado y presente de los afroamericanos, justo ahora que se celebra el 50 aniversario del nacimiento del Partido Pantera Negra (en inglés Black Panther Party).
El documental empieza con unas sugerentes imágenes de la parábola de los hombres ciegos y el elefante, que dan paso a un fiel relato de la cronología del movimiento: desde su controvertido inicio beligerante y desafiante hasta el declive del movimiento. Este documental explora una organización compleja, que se definía como nacionalista negra, socialista y revolucionaria, y presenta testimonios que nunca antes habían salido a la luz.
Hemos tenido la oportunidad de entrevistar al director y productor del documental, Stanley Nelson, para profundizar sobre esta crónica tan reveladora. Nelson es un reconocido cineasta norteamericano que ha abordado extensamente la temática social y racial de los afroamericanos en EE.UU. a lo largo de su carrera filmográfica.
Women drilling. Foto: Pirkle Jones y Ruth-Marion Baruch
Vamos a empezar por el principio: hemos leído que, cuando eras adolescente, querías dedicarte al campo artístico pero que, inicialmente, no parecía que tuvieras ningún talento artístico. ¿Cómo empezaste en el mundo del cine?
Estaba en la universidad sin tener un rumbo claro, tomando diferentes clases sin saber muy bien lo que quería hacer y fue entonces cuando hice un curso de cine. Me gustó muchísimo y sentí que eso era algo que sería capaz de hacer en un futuro. Así fue como me introduje en la profesión de cineasta.
Este es el primer documental de largo metraje sobre el Partido Pantera Negra. ¿Por qué crees que nadie antes ha explorado este tema en profundidad y por qué decidiste ser tu el que aceptaba el reto?
Es una pregunta interesante que recibo a menudo y, básicamente, he decidido que no puedo contestarla. No puedo explicar el porqué otra persona no ha hecho algo, ¿cierto? Creo que es porque tal vez es un tema complicado y, sobretodo, porque se trata de una historia que no tiene un final feliz. Estas son algunas de las razones por las que creo otra gente no lo ha hecho antes. Por mi parte, tomé el reto porque creí que era una gran historia con grandes personajes y que, además, era muy relevante si tenía en cuenta lo que estaba sucediendo en EE.UU. Pensé que había muy buen material de vídeo, que los Panteras eran “muy sexy” y que había diferentes elementos que lo convertirían en un buen documental. Además, hay gente que no sabe mucho sobre la historia, así que pensé que nadie me diría: “Oye, ya sabemos todo esto, nos estás contando justamente lo que ya sabemos”. Para esta gente, se trata de información totalmente nueva.
Director Stanley Nelson. Foto: Sam Alesh
La figura de Malcom X no tiene ningún protagonismo en el documental, aunque él fue la inspiración principal del Partido Pantera Negra. ¿Qué influencia ha tenido en tu vida y en tu filmografía?
Yo era un chico muy joven cuando Malcom X apareció en escena. De alguna manera, su discurso ya se escuchaba en otras partes, pero como Martin Luther King y otra gente, Malcom X lo decía de una manera diferente. El reivindicó de un modo muy particular. Él hablaba de como la comunidad afroamericana necesitaba alcanzar la igualdad en Estados Unidos. Y creo que para la gente joven como yo, Malcom X fue muy influyente. Él hablaba de de la no-violencia y, sobre todo, tenía un discurso que hacía hincapié en “no poner la otra mejilla”.
El espectador tiene la oportunidad de examinar un episodio histórico complejo que va des del 1966 hasta el 1973. ¿Fue un desafió comprimir todos estos eventos en un documental de dos horas?
Si, fue un verdadero reto. Intentamos desarrollar un documental de dos horas que, aunque siendo un tiempo limitado, retrataría muy bien la historia. Así que, una de las primeras decisiones que tomamos fue la de cubrir los años que van des del 1966 hasta el 1973. Los Panteras se convirtieron en algo muy diferente después de 1973 y duraron hasta prácticamente diez años más; pero lo que nosotros queríamos era mostrar esos siete años iniciales del movimiento. Y luego, lo que tuvimos que hacer fue escoger y seleccionar: tuvimos que escoger historias que representaban cuestiones más amplias. Por ejemplo, hubo muchos episodios de disparos y enfrentamientos con la policía, pero escogimos el de Los Ángeles pensando que este fragmento representaba, de alguna manera, el resto de enfrentamientos. Y así lo hicimos una y otra vez con muchos otros aspectos del documental.
Four men stand and hold Panther flags. Foto: Pirkle Jones y Ruth-Marion Baruch
En ocasiones has dicho que, cómo director de cine, uno tiene que ser un poco detective. En todos tus documentales has encontrado nuevas voces y nuevos testimonios con la intención de aportar puntos de vista desconocidos hasta el momento. ¿Ha sido un reto encontrar estos nuevos testimonios y recopilar material filmográfico inédito para este documental?
Es siempre un reto y es siempre algo que intento hacer: encontrar cosas nuevas. De lo primero que aprendí cuando me metí en la profesión del cine es que, muchas veces, nadie realmente ha intentado recopilar todo el material existente. Así que, primero de todo, se trata de localizar todo el material disponible y, después, se debe identificar lo que aún no se ha publicado nunca. Pasamos mucho tiempo haciendo esta tarea. Además, una de las cosas más importantes fue encontrar gente que no había hablado antes. En esta película, sobretodo, queríamos conseguir las historias de los personajes menos conocidos, esa gente que no era tan famosa, que no era Kathleen Cleaver, Elaine Brown o Elbert “Big Man” Howard. Queríamos los Panteras de a pie. Pensábamos que esto era importante ya que nunca antes los habíamos oído hablar. Queríamos darles voz, queríamos saber el porqué se unieron, estuvieron y dejaron el movimiento. Otro aspecto central fue encontrar a agentes de la FBI y policías que quisieran formar parte del documental, lo que fue de lo más difícil. Finalmente, el documental cuenta con seis oficiales de policía.
El documental es una crónica fiel de la historia y cronología del Partido Pantera Negra. Tal y como comentas, el espectador tienen la oportunidad de escuchar a policías, agentes de la FBI, periodistas, defensores y detractores blancos, y miembros de la organización. ¿Consideras que has hecho un esfuerzo de objetividad y que has dejado en segundo plano el mensaje reivindicativo?
Para mí, tener objetividad es primordial. Mostrar diferentes puntos de vista es crucial para que la película tenga un sentido completo. Esto hace que la pieza tenga más fuerza y, como espectador, no te lleva a la sensación de que el documental es simplemente una crónica pro-Panteras Negras con sólo un punto de vista.
Black Panther demonstration at Alameda County Court House in Oakland, CA. Foto: Pirkle Jones
En particular, vemos que las voces femeninas son tan importantes como las masculinas. ¿Hasta qué punto las mujeres tuvieron que ejercer una doble lucha: hacia la igualdad de la comunidad afroamericana y hacia la igualdad de género?
Sabíamos que las mujeres tuvieron un papel muy significante dentro de los Panteras pero, a medida que fuimos avanzando, nos dimos cuenta que ese papel tenía mucho más peso del que inicialmente pensamos. No sabíamos que las mujeres llegaron a representar, en determinados momentos, el 50 % de los Panteras. Entonces, queríamos asegurarnos de que esto no sólo se mencionaría, sino que a lo largo del documental mostraríamos la participación real de las mujeres en el movimiento. Podemos ver las mujeres en manifestaciones, en los programas de desayuno o en los enfrentamientos en Los Ángeles. Así que queríamos mostrar cómo de importantes eran. Y, por supuesto, tanto entonces como ahora, las mujeres lideran una doble lucha: había una lucha por la igualdad pero también había una lucha por la igualdad dentro de los Panteras mismos. Como organización, fueron unos rezagados en este sentido.
En tu opinión, ¿qué lecciones podemos aprovechar del surgimiento y caída del Partido Pantera Negra?
Hay muchas lecciones. El estilo de los Pantera Negra era “do it yourself” (hazlo tú mismo). Su discurso se basaba en promover que el cambio no sólo tenía que venir de los gobiernos u otras instituciones, sino que uno mismo tenía que averiguar cómo hacerlo él mismo. Entonces, si los niños no están alimentados antes de ir a la escuela, los alimentamos; o nosotros mismos organizamos el servicio de salud o conseguimos comida para la comunidad. Eso creo es una lección importante. De todos modos, la mayor lección para la gente joven fue que uno mismo podía propulsar el cambio, que uno podía trabajar por el cambio. Los Panteras comenzaron desde cero y aquí estamos, años después, hablando de ellos. Por otro lado, creo que las lecciones negativas son que los Panteras nunca entendieron hasta que punto J. Edgar Hoover, la FBI y las fuerzas policiales querían destruirles. Además, otra lección negativa es que los Panteras fueron un movimiento “de arriba a abajo”: estaban controlados por sus líderes. Entonces, cuando los líderes flaquearon, toda la organización se tambaleó.
A group of seven small children walk to school with books in hand. Foto: Stephen Shames
¿Qué prejuicios o ideas preconcebidas tenías sobre el movimiento que tuviste que reconsiderar una vez entraste en el desarrollo de la película?
Los tres prejuicios que siempre me vienen a la cabeza son los siguientes: no tenía ni idea de que los Panteras fueron mayoritariamente mujeres. No tenía ni la menor idea de eso. Además, tampoco sabía que los Panteras eran tan jóvenes: eran adolescentes. Y mi último prejuicio es que, claramente, no sabía hasta que punto J. Edgar Hoover quiso destruir los Panteras y que esto fue documentado, es decir, que no es un mito o un rumor. Es verdad que su objetivo fue destruirlos y que existen documentos que lo verifican. Todos estos aspectos fueron grandes descubrimientos para mí.
En el documental no hay una referencia directa a la situación actual del conflicto racial en EE.UU. No obstante, cuestiones como la brutalidad policial, la pobreza sistémica y el difícil acceso a la sanidad siguen siendo muy presentes entre la comunidad afroamericana. ¿Crees que movimientos como el de #BlackLivesMatter son el legado de los Panteras?
Pienso que hay una relación directa entre ambos movimientos. Quién sabe que es lo que hubiera pasado si los Panteras no hubieran existido. Creo que hay un talante en Estados Unidos que los Panteras han cambiado. La actitud de “en tu cara”, “no me importa lo que tú piensas de mi” o “no va de ti y de la percepción que tú tienes de mi; ahora va de mi y de que estoy aquí para el cambio”. Creo que los Panteras lideraron este tipo de actitud. Incluso antes que los movimientos pro-derechos sociales como los que lideró Martin Luther King y otros, ya había lo que llamamos “persuasión moral”: “voy a enseñarte que tengo más moral que la gente que me pega y castiga. Soy un ser humano y mientras estos matones que visten monos y camisetas me pegan, yo llevo traje y corbata o un vestido y guantes blancos; y voy a demostrar que soy moralmente superior a ellos”. Los Panteras eran muy claros: “si te quieres unir, genial; y si no, bien pero apártate de nuestro camino; no estamos aquí para convencerte”; y pienso que, de alguna manera, podemos ver esta actitud en #BlackLivesMatter y otros movimientos actuales. Nos están matando y la situación es demasiado crítica para intentar que nuestra moralidad tenga influencia. Necesitamos un cambio ahora y vamos a ser agresivos para lograrlo. No hay nada malo en eso cuando se trata de una situación de vida o muerte.
Black Panthers from Sacramento, Free Huey Rally, Bobby Hutton Memorial Park in Oakland, CA. Foto: Pirkle Jones y Ruth-Marion Baruch
En 2013 fuiste galardonado con un National Humanities Medal, entregada por el presidente Barak Obama, por haber documentado la historia de los afroamericanos a través del cine. ¿Lo viviste como algo significante después de haber dedicado tu carrera como director de cine a la temática social y racial?
Fue maravilloso ganar la medalla y, aún más recibirla por parte de Obama. Es difícil decir si este tipo de reconocimientos son significantes ya que en esta industria no acontece que alguien venga y te diga “ahora vamos a financiar tus películas” o “vamos a llevar tu documental a España porque has ganado la Humanities Medal”. No obstante, fue un momento fantástico para mí y mi familia y es muy bonito echar un vistazo a la medalla de vez en cuando.
Para terminar la entrevista: ¿qué planes tienes para el futuro?
Ahora estoy trabajando en una película sobre lo que llamamos escuelas y universidades negras, que han sido, durante los últimos 170 años, la principal vía a través de la que los afroamericanos podían llegar a formarse y ascender a la clase media de la sociedad. Y después de esto, vamos a centrarnos en una película de gran envergadura, de 4 horas de duración, sobre el comercio Atlántico de esclavos, así que España tendrá su papel en este documental [ríe].
Huey Newton. Foto: Stephen Shames
Panthers on parade at Free Huey rally in Defermery Park (named by the Panther Bobby Hutton Park) in West Oakland. Foto: Stephen Shames
Trailer del documental:
https://www.youtube.com/watch?v=F56O3kZ9qr0
English:
ALL POWER TO THE PEOPLE
THE REVOLUTIONARY STORY OF THE BLACK PANTHER PARTY.
“The Black Panthers: Vanguard of The Revolution” is a historical documentary but, also, it is undoubtedly a contemporary film that pushes the viewer to think about the current racial conflict in the United States. Shocking news on police brutality and violence towards black people have been recently seen on newspapers and, as a consequence, social movements such as the #BlackLivesMatter have strongly rise. Documentaries such as this one are excellent pieces to understand the past and present of the African-American community in the U.S.A., now that the Black Panther Party celebrates its 50th anniversary.
The film starts with the suggestive parabola of the blind men and the elephant that introduce a faithful chronology of the movement: from the controversial highly armed and defiant beginnings to the movement fall. This comprehensive documentary explores a complex organization, that defines itself as revolutionary black nationalist and socialist, and presents new witnesses that have never been placed before on the spotlight.
We have had the opportunity of interviewing the documentary director and producer, Stanley Nelson, in order to find out more about this revealing film. Nelson is an acclaimed American filmmaker that has extensively covered the African-American social and racial issues throughout his filmography.
Let’s start from right the beginning: we have read that, as a teenager, you wanted to dedicate your life to the artistic field, but you did not apparently show any artistic talent. How did you get started in filmmaking?
I was in college and I was kind of just bumming around, taking different classes, not knowing what I wanted to do and it was then when I took a film course. I really liked it and I felt it was something I would be able to do. And this is how I started in the road of filmmaking.
This is the first feature-length documentary on the Black Panther Party. Why do you think no-one had extensively explored this topic before and why did you decide to take on board the challenge yourself?
That is an interesting question which I have got fairly often. I have decided that I kind of can’t answer that. I can’t say why somebody else did not do something, right? I think because it is maybe a very complicated subject and it is not a story that has a happy ending. And I think those are some of the reasons why other people didn’t do it. And I took it on board because I thought it was a great story with great characters and it also had great relevance to what is happening today in the United States. I thought that there was great footage and that the Panthers were “very sexy” and that it had different elements that will make it a great film. And some people don’t really know the story, so I believe people won’t come to us saying “hey, we knew all that, you are just saying what we knew”. For those people, it is new information.
It is noted the missing presence of Malcom X in the documentary although he was one of the main inspirations of the BPP. What influence has he had in your life and in your filmography?
I was a young guy when Malcom X really came of the scene. He was, in some way, saying the same thing that was being said, but like Martin Luther King and some other people, he was just saying it in a very different way. He was advocating in a very different way. He was talking about how African-American people needed to reach equality in this country. And I think that for people that were younger, like me, Malcom X was really influential. He was talking about non-violence, he was not talking about turning the other cheek.
The spectator has the opportunity to examine a very complex historical episode that runs from 1966 into the 1973. How challenging has been to compress all the events in a two-hour documentary?
It was very challenging indeed. We tried to create a two-hour film that would still shoot to the story. And so, one of the first big decisions we made was to cover the years of 1966 to 1973. The Panthers became something very different after 1973 and they lasted almost for another ten years, but what we really wanted to cover on the film were those initial seven years. And then, we had to pick and choose: we had to pick stories that represented bigger issues and bigger stories. So, as an example, there were a lot of shoot outs with the police, but we chose the L.A. shooting thinking that this story represented the shoot outs, so we did that over and over in the film.
You have said that, as a documentary filmmaker, you have to somehow be a detective. Across all your documentaries, you have found new voices and new witnesses in order to extend the knowledge on African-American history. How challenging has it been to find these new witnesses and new footage for this documentary?
It is always challenging and it is something that I am always trying to do: to find new things. One of the first things I should say, that I discovered making films, is that a lot of times nobody has really tried to put all the material together. So, firstly, it is a matter of finding everything that is out there and then, it is a matter of identifying the stuff that hasn’t been seen. We spent a lot of time trying to do that. Also, one of the most important things was to find people who might not have spoken before. And in this film we really wanted to get the stories of what is called “the rate and file”: those people that were not so famous, not Kathleen Cleaver, Elaine Brown nor Elbert “Big Man” Howard. We wanted the everyday Panthers. We thought it was important because we never hear from them. We wanted to hear why they joined, stayed and why they left the BPP. The other thing that was central was to find FBI agents, cops, informants. Those people have their take in the film and we really straggled on this. To find police officers that would be willing to talk was one of the hardest things. Eventually, we found six police officers.
The documentary is a faithful chronicle of the BPP history and its chronology. As you say, we see police, FBI informants, journalists, white supporters and detractors, and Black Panther Party members on it. Do you consider that you have done an objectivity effort and that you have left the claiming message in the background?
For me, to have objectivity is central. To show different points of view is crucial to the film. This makes the film more powerful, because you have different points of view and, as a viewer, you don’t have this feeling that the film was really just a pro-Black Panthers film with one point of view.
In particular, we have seen that women’s voices are as crucial as those of their male counterparts. Until what extend women had to do a double fight, meaning towards African-American’s equality and also towards gender equality?
We knew that women had a strong role within the Panthers. As we went on, we found more and more that they were even stronger than we thought. We did not know that women represented 50% of the Panthers at times. But we wanted to make sure that we did not just mention it at some point, but throughout the film we saw women participating. You saw women marching, at the breakfast programmes, in the shoot out in Los Angeles. So, we wanted to tell you that women were important but, even more; we wanted to show you how important they were. And sure, back then and today, women have a double fight. There was a fight for equality but also there was a fight for equality within the Panthers. As an organization, this is something they straggled for.
In your opinion, what lessons can we take from the rise and fall of the Black Panther Party?
There are a lot of lessons. The Black Panthers were about “do it yourself” as we call it in the United States. You have to push from change from the government and other places but also you have to figure it how to do it yourself. So, if the kids are not being fed breakfast before school, we feed them breakfast or provide them healthcare, or get groceries for the community. So that is an important lesson. But I believe that the bigger lesson for young people is that you can make a change, you can work for change. The Panthers started from nothing and we are years later talking about them. And I think that the negative lessons are that the Panthers did not have an understanding of how J. Edgar Hoover, the FBI and the police forces would go to destroy them. Also, a negative lesson is that the Panthers were such a top-down movement: they were controlled by their leaders. When the leaders faltered, the whole organization faltered. And
What preconceptions or assumptions did you have that the film compelled you to reconsider?
The three that always come to mind are: one that I had no idea of is that the Panthers were majority women. I had no idea of that. Also, I did not know how young the Panthers were: they were really teenagers. And my last preconception was that I clearly did not know how J. Edgar Hoover really did go out to destroy the Panthers and that he documented it, so it is not a myth or a rumour. It is true that he went out to destroy the Panthers and it is there, on paper. All these things were revelations to me.
There is no reference to the current situation of the racial conflict in the USA. However, issues such as police brutality, systemic poverty and difficult access to healthcare are still taking place. Do you think movements such as the #BlackLivesMatter are the activist legacy of BPP?
I think there is a direct relationship with those movements. Who knows what would have happened if the Panthers never existed. I think there is a whole attitude that we have in the United States that the Panthers had changed. The whole attitude of “in your face”, “I don’t really care about what you think about me” or “it is not you and your perception of me, this is about me and I am here to make change”. I think that is something that the Panthers were at the forefront of. Even before movements for the civil rights such as the ones coming from Martin Luther King and others, there was what we called “moral suasion: “I am going to show you that I am more moral than the people that are beating me. I am a human being and while these thugs wearing overalls and t-shirts beat me, I am wearing a suit and tie or a dress and little white gloves and I am going to show that I am morally superior to them”. Panthers were very clear: “if you want to join us, great, if you don’t, fine but move out of the way; we are not here to persuade you”; and I think in some way we have this attitude in the #BlackLivesMatter and other movements nowadays. We are being killed and the situation is too critical to really sway you with our morality. We need change now and we will be aggressive about that change. There is nothing wrong on that when you are in a live and death situation.
In 2013 you were awarded a National Humanities Medal, announced by President Barak Obama, for documenting the story of African-Americans through film. How significant has this been for you after having dedicated your career as a filmmaker to the social and racial topics?
It was great to win the medal and it was great to get it from Obama. It is hard to tell whether these things make a difference as in this industry is not about somebody saying “we are going to found your films” or “we are going to bring your film to Spain” because you have won the Humanities Medal. However, it was a great moment for me and my family, it is very nice to look at it every once in a while.
To finish the interview, what plans do you have for the future?
I am working on a film now on what is called historical black colleges and universities, which have primary been, for the last 170 years, the way that African-Americans could get an education and move into the middle class. And after that, we are going to move into a huge four-hour film on the Atlantic slave trade, so Spain will be part of that one [laughs].
www.theblackpanthers.com