{english below}. Sleeze Lake es una vieja pero recurrente historia que conocemos: la de la búsqueda de la libertad, de crear algo por ti mismo fuera de los corsés del estado y de su control. Sleeze Lake es la historia de una reunión de un grupo de jóvenes de clase obrera que a través de un club de furgonetas llamado Midwest vans, organizaron una de las mayores fiestas que se recuerdan de forma totalmente autoorganizada. Recordemos que esto ocurrió en 1977 cuando la contracultura hippy ya estaba en decadencia y las furgonetas eran una forma de escapar del humo de las fábricas. Desde luego esta es una de las tantas historias que merecen ser recordadas y puestas en valor. Nick y Andrew han hecho un documental al respecto que no os podéis perder.
Cuéntanos más sobre tu empresa Little Cabins y quienes sois, que hacéis…
NN- Nick Nummerdor
AM – Andrew J. Morgan
NN: Little Cabin Films comenzó en 2009 como una forma de conseguir un seguro para nuestro primer proyecto cinematográfico. Tuvimos un rodaje de cinco días en la playa de nuestra ciudad natal, Muskegon, Michigan, para una serie web de 30 minutos llamada “Hot Rod Hearts”. Tratábamos de hacer un homenaje humorístico a nuestras películas favoritas de los años 80, haciendo un programa basado en una canción pop sobre bandas rivales de Hot Rods que compiten por el control del territorio en la playa. Es bastante tonto y todavía está en Youtube. Empezamos a hacer trabajos de vídeo por cuenta propia en Chicago, pero mi pasión siempre fue el documental. Quería hacer documentales sobre cosas raras y subculturas. Estaba realmente influenciado por los videos de skate como Globe Shoes “Canvas”, y el 411 producido Mike Vallely. “Dogtown and Z Boys” y “Bowling for Columbine” se estrenaron cuando estaba en el instituto y estudiaba historia del cine, así que decidí trasladarme a Chicago desde Michigan y estudiar documentales. Mi ambición en ese momento era hacer un vídeo de skate y ser el tipo que hacía el documental entre bastidores. Tenemos unos cuantos cortometrajes en nuestra página de Youtube (little cabin films) o littlecabinfilms.com que son similares en el ambiente – “Hill Climb” que es sobre una carrera de motos histórica en nuestra ciudad natal que es también una fiesta, “North Branch”, sobre un campeón de carreras de canoa de maratón, “Vannin'” que exploramos “¿Qué es vanning?” y “Concrete Dreams” que es sobre un skatepark que va desde el concepto hasta la finalización durante 10 años en los suburbios de Chicago.
¿Qué os gusta hacer a los dos en la vida personal, cómo os conocisteis en el cine…?
NN: Andrew y yo fuimos a la misma escuela secundaria y al principio no me caía bien, pero luego nos vimos un poco forzados a estar juntos; ya que éramos sólo un puñado de los chicos de toda la escuela que estaban interesados en patinar ese momento. Nuestros hermanos mayores eran amigos y resultó que teníamos un montón de intereses comunes, y desde entonces hemos sido básicamente hermanos. En 1999 grabamos y editamos un vídeo sobre el monopatín en el que patinábamos y la colaboración nunca ha cesado.
AM: Venimos de un lugar interesante de Estados Unidos (Muskegon, MI). Es una ciudad muy obrera, mayoritariamente industrial, pero también se encuentra en la orilla oriental del lago Michigan, por lo que tiene toda esta belleza natural. Durante unos 3 meses al año es como una versión en miniatura de California, con playas, dunas de arena, etc. Muskegon también tenía una escena musical local muy fuerte y una cultura de punk rock de la que nos enamoramos. Entre el monopatín y mi participación en una banda durante el instituto, adoptamos el espíritu de “hazlo tú mismo” que todavía se refleja en nuestro trabajo. También creo que por eso nos identificamos con la cultura de las furgonetas y con un tema como “Sleeze Lake”: un grupo de gente que hacía lo suyo fuera de la sociedad “normal”.
Sleeze Lake es un ejercicio de arqueología cultural. ¿Cómo llegasteis a esta historia?
NN: Al principio, Andrew formaba parte de una banda de punk bastante seria para ser chicos de instituto. Ensayaron dos veces por semana durante 4 años y tocaron en 40 o más conciertos, además de grabar varias maquetas. Siempre estábamos viajando por Michigan tocando estos shows DIY en salas de bingo y en sótanos y viajábamos en la minivan de sus padres. Un buen amigo nuestro tenía una furgoneta Dodge Ram de los años 80 a la que llamábamos “The Almond” y que llevábamos a los conciertos. Salíamos de fiesta en ella porque no podíamos beber dentro. Más adelante, en el instituto, conseguimos un DVD de la película THE VAN de los años 70 y me encantaba. Hacía que la gente la viera. Todo el concepto de la cultura de las furgonetas nos parecía muy atractivo. En realidad, no me gustan mucho los automóviles, pero el hecho de haber crecido en Michigan hace que sea imposible ignorarlo. Mi abuelo, mi padre y mis tíos eran aficionados a las carreras de coches y a la reparación de motores. Así que la cultura del automóvil siempre estuvo a mi alrededor.
AM: En 2011 compré una furgoneta Dodge de 1973. Así que, al tener una “furgoneta boogie” clásica, recurrí a Internet en busca de piezas y consejos. Rápidamente me encontré con toda la subcultura del “vanning” en la banda de nosotros se dio cuenta de que todos estos chicos que estaban haciendo en la década de 1970 todavía están en él, aunque en un número mucho menor. Nick y yo siempre buscamos nuevos proyectos cinematográficos y pensamos “por qué no hacer una película sobre el vanning”. Y así, en 2012, hicimos nuestro primer documental llamado “Vannin'”. Fue mientras hacíamos esta película cuando nos contaron la historia de esta fiesta salvaje llamada “Sleeze Lake”. Unos años más tarde, comenzamos la producción de la película.
Lo que es interesante desde mi punto de vista es el protagonismo de los jóvenes de la clase trabajadora en el documental. ¿No crees qué en muchas de las historias sobre los años de la contracultura, los jóvenes de la clase trabajadora son ignorados?
NN: Es difícil de decir.
AM: Es un punto de vista interesante. Creo que lo más fácil es señalar a los “hippies” de Estados Unidos y a ese movimiento que surgió a mediados de los 60 y que terminó pocos años después. Es difícil decir quién era de clase trabajadora y quién no. ¿Muchos de los hippies eran simplemente niños privilegiados que estaban en contra del mundo que sus padres estaban creando para ellos? Tal vez. Pero, la gente de la clase trabajadora detrás de la fiesta del Lago Leeze y la subcultura del vanning son definitivamente algo que nos atrajo como cineastas. Son los hermanos pequeños de los hippies. Tomaron el mensaje idílico de la contracultura de los años 60 y lo transformaron en algo más hedonista. Luego, eso se combinó con el entorno, a veces opresivo, de la clase obrera, como la gente que trabajaba en las acerías y las refinerías de petróleo, y la fiesta de Sleeze Lake se convirtió en una respuesta a eso, una huida de ello. Por no hablar de un escape de la confusión y el trauma de la guerra de Vietnam.
En el documental, la autogestión y el diy es algo que la gente adopta de forma natural. ¿Es la autogestión la idea clave en la llamada contracultura?
NN: Definitivamente, creo que sí. Los dos éramos considerados los más jóvenes de la escena punk de Michigan de finales de los 90 y creo que nos criamos básicamente en ese espíritu de diy. Si quieres hacer un vídeo, sólo tienes que hacerlo, o hacer un fanzine, construir una rampa, etc. Cuando empecé a salir con Andrew, fuimos a un viejo bar que se había quemado y empezamos a convertir sus cimientos en un skatepark diy. Pasamos mucho tiempo limpiándolo y construyendo rampas de mierda para poder tener un lugar donde patinar. Al igual que la cultura del skate o la cultura de las furgonetas, creo que si lo sueñas puedes hacerlo realidad si te aferras a la idea y trabajas en ella.
AM: Creo que siempre que te dedicas a algo que no se ajusta a las normas de la sociedad y la cultura, tienes que crear tus propias reglas y te ves obligado a forjar tu propio camino. No hay ningún sistema que lo haga posible, así que tienes que hacerlo tú mismo. Así que, sí, creo que la autogestión se convierte en una idea clave en la contracultura y funciona en diversos grados. A veces fracasa y hay caos, otras veces funciona como una forma de autocontrol. Una cosa es cierta, siempre es interesante.
¿Cuál es el papel de la furgoneta en la cultura popular estadounidense?
NN: Durante mucho tiempo creo que significó juventud y rebeldía y tener un dormitorio rodante. Todo ese ambiente de “sexo, drogas y rock n’ roll”. Algo así como los moteros, pero más amigable. Hasta hace poco, la furgoneta volvió a ser un vehículo de trabajo o una monstruosidad. La cultura popular hizo que la furgoneta personalizada pareciera estúpida o asquerosa. Hubo un largo periodo de tiempo en el que las furgonetas se consideraban espeluznantes. Ahora, creo que la gente, con la tecnología moderna y las formas de encontrar información sobre cómo convertir las furgonetas, está amando la tendencia de la vida en furgoneta para vivir de forma sencilla y ser móvil. Ha aumentado el interés por las furgonetas antiguas y por la cultura furgonetera que tratamos en nuestra primera película “Vannin'”.
AM: Siempre me ha parecido interesante que, en Estados Unidos, la idea y el conocimiento de la furgoneta personalizada estén bastante extendidos. Como menciona Nick, en este país la gente lo ve como algo “espeluznante” o lo relaciona con el sexo. Todo el mundo es consciente de ello, pero nadie sabe realmente de dónde viene todo eso. Haciéndome eco de nuevo de Nick, creo que la costumbre está teniendo un renacimiento actualmente. Es como si todas esas furgonetas viejas y “raras” se vieran con ojos nuevos a medida que pasa el tiempo. Lo que antes era feo ahora tiene un atractivo retro. De la misma manera que ciertas modas de los años 80 y 90 vuelven a parecer frescas a los jóvenes.
El lago Sleeze puede parecer un asunto local, pero lo que cuenta es universal. ¿Cumple la idea, todavía paradójica, de que cuanto más local es una historia, más universal es?
NN: Interesante. Nunca lo había pensado en ese contexto. Definitivamente siento que la historia es universal sobre ser joven y hacer algo aventurero con tus amigos. Siempre hay esos momentos con los amigos en los que quizá no has visto a una persona en 20 años, pero compartes el mismo recuerdo vívido de un acontecimiento. Cuando la película se estrene, espero que la gente sea capaz de encontrar en ella un ambiente que sea divertido y que se pueda relacionar.
AM: Creo que definitivamente cumple esa idea. Creo que mucha gente de todo el mundo tiene las mismas experiencias, pero en diferentes contextos. Eso es lo bueno de la no ficción y del documental: es una oportunidad para explorar algunas de estas cosas que nos conectan como seres humanos. Como cineasta, me encanta centrarme en las historias más “cotidianas” para intentar que nuestras películas conecten con la “gente normal”. Muchas veces, los documentales tratan de alguien que hace algo extraordinario que nunca podrías imaginar hacer tú mismo. Son estupendos y tienen su lugar. Pero quiero ver películas y temas que se dirijan a aquellos que quizá nunca escalen la montaña más alta del mundo o ganen el premio Nobel.
¿Cuáles fueron los momentos más difíciles de la película?
NN: Para mí, fue saber que el tema de nuestra película es genial e interesante, pero que nunca sería financiado o rentable. Hicimos la película porque nadie más iba a hacerlo. Acabamos haciendo una película muy parecida a la que yo había imaginado. Al principio sólo queríamos compartir esta gran historia y la concebimos como una serie web. Básicamente iban a ser unas cuantas entrevistas y las fotos que pudiéramos encontrar. Unos años más tarde, seguimos trabajando en ello y conseguimos más entrevistas y más fotos y películas de archivo y pensamos: “podríamos convertirlo en una película completa”. Lo más difícil fue hacer todo el proceso por nosotros mismos, fuera de cualquier tipo de gestión o régimen de cine tradicional. Hicimos muchos cortes diferentes de esta película, desde 25 minutos hasta 90 minutos.
AM: Otro aspecto que fue difícil fue averiguar cómo íbamos a hacer que la estética y el estilo de la película reflejaran el tema. Fue un largo camino para determinar cómo tratar el material de archivo y asegurarnos de que no fuera aburrido o el estilo estándar de Ken Burn dehacer zoom en las fotos. Queríamos que la vitalidad y el carácter salvaje del lago Sleeze y de las furgonetas se percibieran. Al final nos decidimos por un estilo para el material de archivo que nos gusta describir como una mezcla entre un libro de recortes de fotos y los folletos de un concierto diy.
¿Qué habéis aprendido en el proceso de todo este tiempo haciendo la película?
NN: Creo que trabajamos en la película de forma intermitente durante unos 5 años, a veces sin tocarla durante 6 meses. Desde el punto de vista cinematográfico, aprendí que es muy valioso hacer muchos cortes de pantalla y seguir perfeccionando la historia. Justo cuando crees que has terminado, no has terminado en absoluto. Apuesto a que tuvimos una docena de comienzos diferentes de la película que probamos. Durante muchos años, la escena en la que George entra en el sótano era el comienzo de la película, pero en los últimos seis meses de montaje probamos a utilizarla como hilo conductor y nos pareció muy bien, porque en ese momento eres más consciente de las Vans del Medio Oeste y era agradable tener un momento con George dentro del contexto de la obra en general, en lugar de olvidarlo cuando llevas 20 minutos en la película.
AM: Aprendí que hay que estar preparado para dedicar años a una película y que hay que tener un tema que te apasione para asegurarte de que tienes el impulso necesario para llevarla a cabo. También aprendí que hay que estar dispuesto a abrir la película una y otra vez para añadir o quitar material. Pero, ¡estoy dispuesto a hacerlo de nuevo!
¿Crees que la cultura Van, crear fiestas en algún lugar del campo… ha desaparecido en USA? En Europa en los 90 las fiestas raves con la gente de Inglaterra, Alemania… viajaba a países con buen clima, como España, Italia, Grecia… para hacer estas fiestas y reuniones, y ¿todavía las hay? En Granada hubo una fiesta-festival rave muy importante creo.
NN: La rave a escala masiva como la de los años 70 no volverá a ocurrir porque fue un movimiento cultural que la juventud hizo surgir desde cero. Los fabricantes de automóviles estadounidenses se dieron cuenta y lo impulsaron aún más. Sin embargo, no creo que desaparezca del todo. Hay docenas de clubes de furgonetas de los años 70 que siguen existiendo y que tienen sus propias concentraciones de furgonetas y asisten a los Van Nationals en Estados Unidos. También hay jóvenes de 20 años que compran furgonetas viejas y crean eventos y clubes. También hay propietarios de Volkswagen que parecen tener su propia cosa en marcha, así como la nueva tendencia “vanlife” que creo que sólo crecerá más popular con Youtube y la nueva película “Nomadland”.
AM: La cultura no ha desaparecido, sólo es mucho más pequeña y (como dice Nick) nunca será lo que fue. Pero, para mí, eso no es algo que vea como algo negativo. De hecho, es lo que la hace especial. Es un grupo pequeño y unido de gente que tiene una cultura muy singular. No está siendo invadido por gente que intenta sacar provecho culturalmente. En secreto, espero que la cultura de la furgoneta americana no vuelva a ser un éxito comercial. Espero que siempre viva en los márgenes de la sociedad y siga siendo un lugar para raros y marginados bien intencionados.
¿Por qué esta fiesta del lago Sleeze cambió la vida de algunas personas. ¿Qué tan importante fue para ellos?
NN: Creo que Sleeze Lake representa uno de los mayores recuerdos de la juventud de estas personas. Realmente gira en torno a la cultura de las furgonetas de los años 70 en general. Creo que hay una época, entre los 15 y los 25 años, en la que uno es realmente inocente y busca diversión y gente afín. Este movimiento es donde los sujetos de nuestra película se encontraron a sí mismos y a sus amigos. Sé que si hubiera oído hablar de Midwest Vans LTD cuando tenía 18 años también habría sido un fanático de las furgonetas.
AM: Para casi todos nuestros protagonistas, este momento de la historia fue la cúspide de la libertad. Fue el punto álgido de una cultura que crearon juntos desde el principio. Para uno de nuestros personajes en particular (Howard), le dio un propósito y le puso en un papel de liderazgo que le llevó a una vida que nunca habría vivido sin el movimiento de las furgonetas. Cambió literalmente la trayectoria de su vida.
¿Cuáles son los proyectos futuros en los que estáis trabajando para 2021, 2022…?
NN: Estamos trabajando en la continuación de nuestra serie web “Concrete Dreams” que está disponible en el canal Ride de Tony Hawk en youtube. Probablemente será un proyecto de varios años, así que yo no lo esperaría tan pronto. Estoy produciendo un documental que debería salir pronto llamado “Skate or Die“. El corte aproximado fue financiado en Kickstarter en 2014, pero debido al dinero y al tiempo nunca fue totalmente terminado. Entré alrededor de 2017 con un plan para llevarlo hasta la línea de meta con algo de dinero de la subvención y algo de mi propio dinero. Creo que la película es realmente genial. Ahora tenemos una banda sonora original (de Theo Katsaonis, de Juana de Arco), que era un gran obstáculo, y luego el color, la mezcla de sonido y los gráficos. También acabo de terminar el montaje de un documental llamado “Musher”, sobre las mujeres que se dedican al mushing en el Medio Oeste estadounidense. Básicamente, mujeres de clase trabajadora que crían y entrenan perros como hobby. Son personas increíbles. Los perros son atletas increíbles. También queremos reeditar nuestra primera película “Vannin'” en BluRay y VHS muy pronto.
AM: ¡Lo que dijo Nick! También tuve la suerte de trabajar como director de fotografía con una compañía llamada Manual Cinema en el material de marionetas de sombra que se incluirá en el próximo reebot de “Candyman” y no puedo esperar a que la película se estrene finalmente, ya que será surrealista ver algunos de mis trabajos en la gran pantalla (¡si los cines están abiertos!).
www.sleezelake.com
(English below)
Sleeze Lake.
A liberated space.
Sleeze Lake is an old but recurring story that we know: that of the search for freedom, of creating something for yourself outside the corsets of the state and its control.
Sleeze Lake is the story of a gathering of a group of working class youths who, through a van club called Midwest vans, organized one of the biggest parties in living memory in a totally self-organized way. Let’s remember that this happened in 1977 when the hippy counterculture was already in decline and vans were a way to escape from the smoke of the factories. Of course this is one of the many stories that deserve to be remembered and put in value.
Please, tell us more about your company little cabins, what you focus, themes, history, others films…
NN- Nick Nummerdor
AM – Andrew J. Morgan
NN: Little Cabin Films started in 2009 as a way to get insurance for our first film project. We had a five day shoot on the beach in our hometown of Muskegon, Michigan for a 30 minute web series called “Hot Rod Hearts.” We were trying to do a humorous homage to our favorite 1980s films by making a show based on a pop song about rival hot rod gangs that race to control turf on the beach. It’s pretty silly and still on YouTube. We started doing freelance video work around Chicago, but my passion was always documentary. I wanted to make documentaries about weird things and subcultures. I was really influenced by skateboard videos like Globe Shoes “Canvas”, and the 411 produced Mike Vallely documentaries. “Dogtown and Z Boys” and “Bowling for Columbine” came out when I was in high school and I was studying film history, so I decided to move to Chicago from Michigan and study documentaries. My ambition at the time was to make a skate video and be the guy that made the behind the scenes documentary on a feature film DVD. We have a few short film on our YouTube page (little cabin films) or littlecabinfilms.com that are similar in vibe – “Hill Climb” which is about a historical motorcycle race in our hometown that’s also a party, “North Branch”, about a marathon canoe racing champion, “Vannin’” which we explore “What is vanning?” and “Concrete Dreams” which is about a skatepar k going from concept to completion over 10 year period in Suburban Chicago.
You both what you like to do in personal life, how was into cinema, how you meet each other?… tell us also about the culture where you come from.
NN: Andrew and I went to the same middle school and I didn’t initially like him, but then we were kind of forced together; as we were just a handful of the kids in the entire school who were interested in at the time. Our older siblings were friends and it turned out we had a ton of common interests .We’ve basically been brothers ever since. We filmed and edited a skateboard video of ourselves skating in 1999 and the collaboration has never stopped.
AM: We come from kind of an interesting place in the USA (Muskegon, MI). It’s a very blue collar town that is mostly industrial but also sits on the eastern shores of Lake Michigan; so it has all this natural beauty. For about 3 months of the year it’s like a mini version of California complete with beaches, sand dunes, etc. Muskegon also had a really strong local music scene and punk rock culture that we became enamored with. Between skateboarding and me being in a band throughout high school, we kind of adopted the do-it-yourself spirit that still comes though in our work today. I also think it’s why we identified with van culture and a subject like “Sleeze Lake”- it was a bunch of people just doing their own thing outside of “normal” society.
Sleeze Lake is an exercise in cultural archaeology. How did you come to this story?
NN: Early on Andrew was in a punk band that was pretty serious for high school kids. They practiced twice a week for 4 years and played 40 or more shows as well as recorded several demos. We were always traveling around Michigan playing these DIY shows at Bingo Halls and in basements and we would travel in his parents minivan. A good friend of ours had a 80s Dodge Ram van we called “The Almond” that we brought to shows. We would party in it because we couldn’t drink inside. At some point later in high school we got a dvd of the movie THE VAN from the 70s and I loved it. I would make people check it out. We thought the whole concept of van culture was really appealing. I’m actually not really into automobiles but growing up in Michigan makes it impossible to ignore. My grandpa, dad, and my uncles were all into racing cars and wrenching on engines. So, automotive culture was always around me.
AM: In 2011 I actually purchased a 1973 Dodge Van. So, owning a classic “boogie van”, I took to the internet in search of parts and advice. I quickly came across the whole “vanning” subculture on the we band realized that all these guys that were doing it back in the 1970’s are still at it; albeit in much smaller numbers. Nick and I were always looking for new film projects and we thought “why not make a film about vanning”. And so in 2012 we made our first feature doc called “Vannin’”. It was while making this film that we were told the story of this wild party called “Sleeze Lake”. Fast forward a few years later and we began production on the film.
What’s interesting from my point of view is the prominence of working class youth in the Documentary?. Don’t you think that in many of the stories about the counterculture years, working class youth are ignored?
NN: Hard to say hah
AM: That’s an interesting point of view. I think the easiest thing to point to are the “hippies” in Americaand that movement that popped up in the mid 1960’s and ended a few short years later. It’s hard to say who was working class and who wasn’t. Were a lot of the hippies just privileged kids who were against the world their parents were setting up for them? Maybe. But, the working class folks behind the Sleeze Lake party and the vanning subculture are definitely something we were attracted to as filmmakers. They are the little brothers and sisters of the hippies. They took that idyllic message of the1960s counterculture and kind of warped it into something a little more hedonistic. Then, that’s combined with the sometimes oppressive environment of the blue collar working class, such as people working in steel mills and petroleum refineries, and the Sleeze Lake party becomes a response to that -an escape from it. Not to mention an escape from the confusion and trauma of the war in Vietnam.
In the documentary, self-management and D.I.Y. is something that people naturally adopt. Is self-management the key idea in the so-called counterculture?
NN: I definitely think so. We were both considered the younger people in the Michigan punk scene of the late 1990s and I think we were basically raised in that DIY ethos. If you want to make a video just go try it, or make a zine, build a ramp, etc. Right away, when I started hanging out with Andrew, we went to this old bar that had burned down and we started turning the foundation of it into a DIY skatepark. We spent a ton of time cleaning it and building shitty ramps there so we could have a place to skate. Just like skate culture or van culture, I think if you dream it up you can make it happen by sticking to the idea and working away at it.
AM: I think anytime that you are into something that doesn’t conform to normative society and culture, you kind of have to make your own rules and are forced to forge your own path. There’s no system in place to make it happen, so you have to do it yourself. So, yes, I think self management becomes a key idea in counterculture and works to varying degrees. Sometimes it fails and there’s chaos, other times it works as a way to self police. One thing is certain, it’s always interesting.
What is the role of the van in American popular culture?
NN: For a long time I think it meant youth and rebellion and having a rolling bedroom. That whole -“sex, drugs, and rock n’ roll” vibe. Kind of like bikers, but friendlier. Up until recently, the van kind of went back to being a working vehicle or an eyesore. The popular culture kind of made the custom van seem stupid or gross. There was a long period of time where vans were considered creepy. Now, I think people paired with modern technology and ways to find info on how to convert vans are really loving the vanlife trend of living simply and being mobile. There’s been an uptick in interest in old custom vans and the vanning culture we cover in our first film “Vannin’”.
AM: I always think it’s interesting that, in America, the idea and awareness of the custom van is pretty wide spread. Like Nick mentions, people see it as “creepy” or relate it to sex in this country. Everyone is aware of it, but no one really knows where that all stems from. To echo Nick again, I think the custom van is having a renaissance currently. It’s as though all these “weird” old vans are being seen with fresh eyes as time goes on. What was once ugly now has a retro appeal. The same way that certain fashions front the 1980’s and 1990’s seem fresh again to young people.
Sleeze Lake may seem to be a local issue, but what it tells is universal. Does it fulfill the idea, which ismstill paradoxical, that the more local a story is, the more universal it is?
NN: Interesting. I’ve never thought about it in that context. I definitely feel the story is universal about being young and doing something adventurous with your friends. There’s always those moments with folks where maybe you haven’t seen a certain person in 20 years but you share that same vivid memory of an event. When the film gets a wide release, I really hope that people are able to find a vibe within it that is fun and relatable.
AM: I think it definitely does fulfill that idea. I think that so many people across the world really have a lot of the same experiences, just in different contexts. That’s kind of the great thing about non fiction and documentary; it’s a chance to explore some of these things that connect us as humans. As a filmmaker, I really delight in focusing on the more “every-man” stories in an effort to try to have our films connect with “normal people”. So many times, documentaries are about someone doing
something extraordinary that you could never imagine doing yourself. Those are great and there is d efinitely a place for them. But, I want to see films and subjects that speak to those that might not everclimb the world’s tallest mountain or win nobel prize.
What was the hardest moments in making the film?
NN: For me, it was knowing the topic of our film is cool and interesting but would never be funded or profitable. We made the movie because no one else was going to. We ended up making a film pretty damn close to how I imagined it. We initially just wanted to share this big fish story and envisioned it asa web series. It was basically just going to be a few interviews and whatever pictures we could find. A few years later we were still plodding away at it and got more interviews and more photos and archival film and thought, “we could push it to a full movie.” The hardest thing was just doing the entire process by ourselves outside of any kind of management or traditional filmmaking regime. We did so many different cuts of this movie ranging from 25 minutes to 90 minutes.
AM: Another aspect that was tough was figuring out how we were going to have the aesthetics and style of the film reflect the subject matter. It was a long road to determining how to treat the archival material and making sure it wasn’t boring or standard Ken Burn’s style of zooming in on photos. We wanted the vibrancy and wildness of Sleeze Lake and the vanners to come across. We finally landed on a style for the archival material that we like to describe as a mix between a photo scrap book and DIY punk show fliers.
What you learned in the process all these years or months doing the film?
NN: I think we worked on the film on and off for maybe 5 years sometimes not touching it for 6 months at a time. From the filmmaking perspective, I learned that it’s really invaluable to have lots of rough cut screenings and keep refining how the story is told. Just when you think you’re finished, you’re notfinished at all. I bet we had a dozen different beginnings of the film that we tried. For many years the scene where George enters his basement was the start of the movie but in the last six months of editing we tried using as a through line and it felt really nice because at that point you are more aware of Midwest Vans and it was nice to have a moment with George within the context of the overall piece vs it being forgotten once your 20 mins in the film.
AM: I learned that you really have to be ready to commit years to a film and that you have to really have a subject you’re passionate about to make sure you have the drive to see it to completion. I also learned that you have to be willing to break open the film again and again in order to add or subtract material. That process alone is a significant time commitment. But, I’m ready to do it again!
Do you think the Van Culture, create parties in somewhere in country side… has disappeared in USA? In Europe in the 90s party raves people from England, Germany… traveled to countries with nice weather, like Spain, Italy, Greece… to do these parties and meetings, and still there is? In Granada, Andalucía there was one very important rave I think.
NN: Vannin’ on a massive scale the way it was in the 1970s will never happen again because it was a cultural movement the youth made happen from scratch. The American automakers took notice and pushed it even further. However, I really don’t think it will ever fully disappear. There are dozens of van clubs from the 70s still around today that have their own truck-ins and attend the Van Nationals in the USA. There are also younger people in their 20’s that are buying old vans and starting events and clubs. We hear from both groups pretty regularly. There’s also Volkswagen owners who seem to have their own thing going as well as the new “vanlife” trend which I think will only grow more popular with youtube and the new film “Nomadland”.
AM: The culture has not disappeared, it’s just a whole lot smaller and (as Nick says) will never be what it once was. But, for me, that’s not something I see as a negative. In fact, it’s the very thing that makes it special. It’s a small, tight knit group of people that have a culture that’s very unique to itself. It’s not being overrun by people trying to culturally cash in on it. It remains kind of pure in its current form. Secretly, I hope American vanning culture never becomes a commercial success again. I hope it always lives on the fringes of society and remains a place for well meaning weirdo’s and outcasts.
Please, explain to the readers why this sleeze lake party changed the life of some people? How important it was for them?
NN – I think Sleeze Lake represents one of the larger memories of these people’s youth. It really revolves around the 1970s van culture in general. I think there’s a time from maybe age 15 to 25 where you’re really innocent and searching for fun and like minded people. This movement is where the subjects in our film found themselves and their friends. I know if I had heard about Midwest Vans LTD when I was18 years old I would have been van freak as well.
AM: For pretty much all of our subjects, this moment in history was the pinnacle of freedom. It was the high water mark for a culture they created together from the ground up. For one of our characters in particular (Howard), it gave him a purpose and put him in a role of leadership that led to a life they would have never have lived without the vanning movement. It literally changed the trajectory of his life.
What are the future projects you are working for 2021, 2022…?
NN: Currently we are working on a follow up to our web series “Concrete Dreams” that is available on Tony Hawk’s Ride Channel on youtube. This is probably going to be a multi year project so I wouldn’t look out for that too soon. I’m producing a documentary that should be coming out soon called “Skate or Die”. The rough cut was funded on kickstarter in 2014 but due to money and time it was never fully finished. I came in around 2017 with a plan to see it to the finish line withs ome grant money and some of my own money. I think the film is really great. We now have an originalscore (by Theo Katsaonis of Joan of Arc) which was a huge hurdle and then color, sound mix, and graphics. I also just finished editing a documentary called “Musher” about female dog mushers in the American Midwest. Basically, working class women that raise and train dogs as their hobby. They are incredible people! The dogs are amazing athletes. We want to re-release our first film “Vannin’” on BluRay and VHS pretty soon too.
AM: What Nick said! I also had the good fortune to work as the Director of Photography with a company called Manual Cinema on shadow puppetry material that will be included in the upcoming reboot of “Candyman” and I cannot wait for the film to finally release as it will be surreal to see some of my work on the big screen (if theaters are open!).