¡Qué un histórico de la música Americana de raíces como John Prine se haya prendado de Kelsey Waldon quiere decir algo! Voz y latidos de country clásico para esta nativa de Kentucky a la que no ha pervertido el espíritu de Nashville. Tras dos interesantes discos previos, John Prine quedó prendado de la voz y las canciones de Kelsey y se la llevó el pasado año de gira y sigue actuando con asiduidad con ella. Además le fichó para su propio sello, Oh Boy Records, convirtiéndose en su primer fichaje desde hace 15 años. ¡Por algo será!

Además ha logrado otras metas recientes con han sido actuar en el Bonnaroo Festival, pero, sobre todo, en el Grand Ole Opry. Para una amante del country clásico y los sonidos honky tonk de Hank Williams, Dolly Parton o incluso Linda Ronstadt esto es un sueño hecho realidad. Además en este disco suena por primera vez como una banda al estar respaldada en la fresca grabación por su habitual banda de directo entre la que brilla una presentísima y sensacional steel guitar que esparce lamentos por muchísimos momentos del bonito trabajo.

Comienza con los sonidos vivos y alegres de ‘Anyhow’, pero poniendo también mucha rabia en su voz. Gran tema titular que puede llegar también a los seguidores de Lucinda Williams y que finaliza con emotivas voces indias tribales. Tras cantar a su Kentucky natal en un par de temas emociona con una ‘Black Patch’ en la que además de esa omnipresente steel guitar brilla el violín más country también. Breve exhibición de banjo en ‘Run (Interlude)’ y magistral cierre con la preciosa balada de más de 5 minutos ‘My Epitaph’. Título muy clarificador para un tema en el que se rompe con su voz y que la steel guitar refuerza. ¡Atención también los fans de la Emmylou Harris mas country! Además destacar su juventud y que todos los temas los firma ella misma.

THIRTY TIGERS / POPSTOCK!