BIME Live 2018: “Más Escenarios, Más Diversión”

30 November 2018 Texto: A. Gaspar. Fotografía: Dena Flows .

Este año a la nueva Edición del BIME Live le ha sucedido un poco lo que ocurre muchas veces en nuestro querido Azkena Rock Festival. Quizás los nombres estelares no eran tan potentes como otros años, pero las propuestas intermedias guardaban un gran interés a priori que luego se consumó tras la celebración del festival. Me vienen a la mente los nombres de Slowdive, Stephen Malkmus & The Jicks, Kurt Vile & The Violators, Rolling Blackouts Coastal Fever, Sun Kill Moon, Damien Jurado o Belako, pero hubo algunos cuantos más.

Al margen de esto la semana previa al BIME ya tuvo un revuelo de actuaciones destacadas considerables, además del cada vez más afianzado también BIME PRO que cada ve atrae a un número mayor de profesionales relacionados con todos los aspectos de la música. En cuanto a las actuaciones previas me quedo con la gran presentación del nuevo sello Oso Polita, algo que siempre es buena noticia.  Los más conocidos hasta la fecha eran los Gimnástica que con “Líquido” presentaban su tercer LP. Sudaron de lo lindo y convirtieron los nuevos temas en algo mucho más rockero con potentes solos de guitarra y con euforia generalizada.  Garbayo fue la estrella en casa porque aunque no es conocido con dicho nombre, sí lo es como líder de Los Zodiacs. Su debut con “Sonido Forestal” es uno de los debuts más sonados del año, dentro o fuera del power-pop. Las propuestas más novedosas son las de los madrileños Venturi. Venían precedidos de una gran fama en sus directos y lo corroboraron. Hicieron los 7 temas de “Mi Estúpida Opinión” y alguna propina más e hicieron bailar a las primeras filas. Sus juegos vocales estuvieron entre lo más logrado de la noche para un servidor. Algunos buenos aficionados bilbaínos habían venido expresamente a ver al trío de chicas Uniforms. Su “Polara” es mucho más que el “EDMP (Experimento del Mundo Pequeño)” que titula su primer single. Estuvieron reforzadas por un bajista y combinaron bien las voces entre la teclista y principal cantante y la pequeña y buena guitarrista. Tienes que pasarte por www.osopolita.com para tener más noticias de ellos y para conseguir sus ediciones limitadas en vinilo de calidad.

 

Sun Kil Moon

 

Ya en el BEC llegamos el viernes a primera hora las evoluciones de los locales UNCLOSE, ganadores (al igual que HAKIMA FLISSI) del último Heineken Volume Up, proyecto del BIME para impulsar las bandas de Bizkaia. El trío se movió muy bien entre la electrónica, el pop y algunos detalles post-punk, su hábitat natural. Algo que hacían ya en su encarnación anterior como Split 77. A continuación venía la banda euskaldun más importante de la presente edición, con el permiso de Belako, claro. Los VULK son un terremoto sonoro que sube de magnitud en sus poderosos conciertos y esta vez, en casa, estuvieron a punto de romper la escala Richter o como se llame. Comenzaron como unos Joy Division agresivos pero luego se enzarzaron en sonidos más punk y boxeando su gran cantante y frontman contra el aire. Las UNIFORMS repetían cita tras la del día anterior en La Ribera. No se amilanaron y demostraron que es una propuesta muy a tener en cena y que “Polara” (Oso Polita) será, sin duda, uno de los debuts más importantes del año. Las Sleater-Kinney o los Sonic Youth tienen ya joven competencia femenina. Más potentes que la noche anterior y con su guitarrista tomando el centro del escenario. ¡Y eso que sólo las vimos un rato porque como ya las controlábamos saltamos a ver a los británicos THE MAGIC GANG, propuesta que no conocía y que tuvo bastantes momentos más que buenos. ¿Quién dijo Madness? A continuación BELAKO demostraron porque son el grupo de Euskadi más internacional del momento. Funcionan casi igual en escenarios reducidos que en grandes festivales y las nuevas canciones de su último disco crecieron exponencialmente en vivo. También estuvo muy cuidado el tema visual. Con más teclados pregrabados pero con mayor libertad de movimientos para una Cris sensacional. Cada vez suenan diferente a la anterior y casi siempre, mejor.  Entre la música electrónica, pero con sentimiento orgánico de JOHN MAUS y el folk-rock atemporal de DAMIEN JURADO nos decantamos por el segundo. Sirvió para tomar aire hacia lo que venía después y para oxigenar nuestros oídos, con una fantástica voz que nos llegó muy adentro. En formato dúo con el fantástico guitarrista Joshua Gordon lograron emocionar tras algunos breves problemas de sonido y el incesante murmullo del público que molesto, con total lógica, a Damien. Me encantaban SLOWDIVE y su regreso ha sido una de las mejores noticias de los últimos tiempos. Además su último disco está a la altura de su leyenda y disfrutamos igual con los clásicos pretéritos que con esas nuevas canciones. Normal que sean banda esencial en el movimiento shoegaze y/o slowcore. Se apoderaron de nosotros en los momentos más íntimos con Rachel a la cabeza y también en los más intensos con Neil sacando magia de su guitarra. ¡Subyugantes! EDITORS sí eran plato fuerte del festival. Lo reafirmaron con un show sin mácula y con el público entregado desde un principio. En directo hicieron que las canciones de su nuevo y más que correcto “Violence” sonarán más violentas y apasionantes que en disco. ¡Y qué decir de los clásicos de sus comienzos! Se corearon como pocas veces ha ocurrido en el BIME. Fue sin duda uno de los “momentos” de esta edición. Tom Wilson demostró ser uno de los front-men más grandes del nuevo milenio. Estábamos agotados pero quisimos ver las evoluciones de APHEX TWIN. Dejó claro porque es un clásico absoluto en la música electrónica de todos los tiempos. El apartado visual fue también de los más llamativos que hemos tenido el placer de ver jamás. Sonó dubstep hardcore dejando a un lado sus inicios más ambient. Este año teníamos hasta 5 escenarios, pero por coincidencia de horarios y por gustos no pudimos acudir el primer día a los Escenarios GAUA y GOXO, más directamente destinados a las diferentes propuestas de música electrónica.

 

Vulk

 

Regresamos el sábado, también a primera hora para ver a la otra propuesta vizcaína ganadora del Heineken Volume Up, HAKIMA FLISSI. Conjugó inglés y castellano con su nuevo single, “El Eco del Recuerdo” y las comparaciones con la gran Amy Winehouse le quedaron algo grandes al menos acompañada solo de un DJ. Conjugó soul, funk, reggae, hip hop y electrónica. Teníamos ganas de catar, aunque fuera en hora tan injustamente temprana a los ROLLING BLACKOUTS COASTAL FEVER. Vienen desde Las Antípodas y su último disco ha sido Disco del Mes en Ruta 66 con todo el merecimiento. Su actuación fue un torbellino sonoro que hizo que las comparaciones con formaciones como Eddy Current Supression Ring o Parquet Courts no sean exageradas en absoluto. Hablaron en euskera con buen acento y su batería se lanzó al público. La fórmula de los 3 guitarristas, cantantes y compositores les da un gran juego sonoro. Algunos mencionaron hasta a The Go-Betweens y otros a Violnet Femmes. Yo me quedo con Rolling Blackouts Coastal Fever, su verdadero nombre y el que dará que hablar. No pudimos digerir del todo la mutante actuación de UNKNOWN MORTAL ORCHESTRA. Una psicodelia demasiado freakie y críptica que habrá que apreciar en escenario reducido en otra ocasión. SUN KILL MOON fueron lo mejor de todo el festival para una servidora. Con piano, guitarra y voz casi más narrada que cantada lograron emocionar a todo el personal que guardó un silencio sepulcral cargado de respeto. Y eso que el humor negro de Mark Kozelek estuvo inspiradísimo e improvisador. Habló de mil músicos y escritores y no mencionó a nos Gil Scott-Heron ni a John Cale con quienes les vimos buenos paralelismos en ciertos momentos. Sólo le quedaron 6 minutos para un bis y él hace temas de 15, pero volvió a salirse también en ese final. Confirmó que “Benji” es ya uno de los discos clave de esta década. Lo que pudimos ver de KURT VILE & THE VIOLATORS nos gustó y mucho. Viajó de Neil Young con o sin Crazy Horse hasta otros momentos más Lou Reed y nos regaló un gran tema de su disco compartido con Courtney Barnett. STEPHEN MALKMUS & THE JICKS estuvieron con ganas desde el primer minuto. Malkmus tocó bien infinidad de guitarras y en todas las posturas incluida tras su nuca. También hizo buenas canciones y recordó en algún momento que se nos hizo breve a sus Pavement. Sobre todo, claro, cuando conectó su-nuestro ‘Stereo’ y al euforia se disparó. Las estrellas del día eran MGMT. Con formación reforzada especialmente para la ocasión tiraron por ese lado pop psicodélico y colorista de su último disco. Buena y cuidada presencia escénica con bicicletas estáticas para pedalear y cantar a un tiempo, muñecos diabólicos inflables y más parafernalia. También buenas canciones y bastante diversión. JOSÉ GONZÁLEZ también logró prácticamente silencia el Escenario Antzerkia, aunque no tanto como lo logró Mark Kozelek con sus Sun Kill Moon. Gran destreza con su guitarra, cálida voz y los justos y emotivos comentarios. Buena revisión a su temas más populares, guapa versión de Massive Attack y atractivos efluvios que iban de Nick Drake a Cat Stevens. Con ‘Crosses’ logró una de sus cimas. GUSGUS nos quitaron el moho del cuerpo y nos hicieron bailar un rato a gusto aunque ya no tengan a la gran Emiliana Torrini como cantante. Buenos detalles funk entre dominio del lado electrónico. Pensábamos que JOHN HOPKINS LIVE sería otra propuesta diferente por lo del “Live”, pero fue él a pelo y como ya había habido tanta electrónica en el BIME una decidió rendirse aunque FOUR TET era una de esas propuestas que a priori me atraía. El balance general fue satisfactorio y creo que las más de 20000 personas que acudieron también quedaron bastante contentas. La organización, sonido y demás también estuvo a la altura de un festival definitivamente consolidado como uno de los más importantes del viejo continente en escenario cubierto. A. GASPAR

 

 

Editors

 

fotos: www.denaflows.com

 

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