El trío británico liderado por el cantante y guitarrista David Tattersall, continua con su ritmo frenético de casi 1 disco por año. Siguen también con su pop-rock lo-fi con destellos garajeros que les llevan a acercarse a Hefner o a Herman Düne, pero también a los Modern Lovers de Jonathan Richman o a las locuras de Billy Childish. Un Childish que ya ha colaborado con ellos en otras ocasiones.
Son más de 15 variados, divertidos e interesantes discos, que no suelen bajar del notable, en dos décadas ya de frenética vida. Esto nos lo vuelven a demostrar con “Brushes With Happiness” que de nuevo les traerá a nuestros escenarios en una extensa gira allá por octubre. Es, quizás, el disco más reposado que han hecho hasta la fecha, que no relajado. Los tempos son lentos y las percusiones minimales recuerdan mucho a las de Moe Tucker en la Velvet Underground. Seguimos teniendo guitarras rock que pueden recordar a las de Rory Gallagher en los momentos más rockeros, pero que también tienen algún aire a las del más fino Mark Knopfler. Ellos ya dijeron en su día que querían sonar como los Modern Lovers, pero con Rory Gallagher en la guitarra solista. Comienzan con largas y emocionantes letanías sorprendentemente calmadas como ‘The Red Suitcase’ o un ‘Rise Up’ con exquisitos chelo y violín, instrumentos que también ponen su destacada nota en ‘Laces’. ‘Jim’ es una joyita a modo de blues espectral con guapas guitarras, sentida armónica e inquietante percusión. Por ahí también se mueven en la hermosa ‘Crow Jane’, pero ahora con una deliciosa mandolina. Los punteos nítidos son más de Gallagher que de Knopfler y el tono general, hasta en el título, se acerca al mejor y más reposado Nick Caven. Matices jazz en el estribillo con coros femeninos de ‘The Little Window’. Y es que entre los 7 músicos colaboradores cuentan hasta con 5 voces invitadas. Sensacional y apasionante disco con bonita presentación en el que destaca hasta la preciosa cita de Yeats en su carpeta: “The world is full of magic things, patiently waiting for our senses to grow sharper”. ¡Pues eso, sentidos desatados para tan especial trabajo!