La música arranca con violencia. Los instrumentos atacan para cortar y hundir tu columna desde el cuello al estomago. El primer tema, “Factory”, quiere declarar abiertamente cuanto daño quiere hacerte. La guitarra de Chris Spencer deja líneas elegantes que pasan como una aguja trasteando las virutas de carne de tus heridas. Su voz son dentelladas que derraman sal en tu sangre. El bajo de Dave Curran y Vinnie Signorelli ni siquiera te observan: solo estabas en medio. El oyente es una mera victima ocasional.
“Sterilize” (Southern Lord) es la prueba de que los viejos carniceros de New York no olvidan su oficio. Estamos delante del puro Noise de finales de los 80 que bulle como alquitrán en un caldero rodeado de vagabundos. El hardcore que mientras rasga la púa y dobla la rodilla, tiene el pie de atrás apoyado en el punk que nos trajo en sus comienzos a grupos como Neurosis.
Unsane ha rematado un disco que deja la bruma densa y pegajosa de no haber bajado en intensidad y rabia desde 1988. Temas como No Reprieve harán que nuevas bandas arrojen sus instrumentos al fuego y mutilen sus manos para mendigar.
Sterilize será posiblemente el disco de 10 más discreto del año, es crudo y nada efectista, por eso calará hondamente en quienes arrastren una gran tormenta interior. Gente realmente jodida. (10)