Si hay una banda que demuestre que se puede hacer música clásica en el siglo XXI y que al mismo tiempo sea rock esa es We Stood Like Kings. El cuarteto belga tiene la indudable sensibilidad de Chopin o Erik Satie y el piano de Judith Hoorens es el indiscutible punto fuerte y original del mismo. Al mismo tiempo las explosiones de la sección de ritmo y de la potente guitarra de Philip Botten hacen que se hable también de Explosions In The Sky, con toda lógica añado. Les engloban en la difusa etiqueta de post-rock, pero son bastante más que todo eso.
Además tienen la originalidad de crear bandas sonoras para antiguas películas mudas como demostraron en discos anteriores como “Berlin 1927” y “USSR 1926”. Ahora con “USA 1982” crean su obra más ambiciosa hasta la fecha. En doble compacto y doble LP se atreven a reinventar al gran Philip Glass, algo lógico porque su música también le debe mucho a este genio. Glass se encargó de la banda sonora del film de culto de Godfrey Reggio, “Koyaanisqatsi”. Ellos retuercen estos sonidos y esas imágenes que trataban de la relación del ser humano con la naturaleza y la tecnología y les dan una nueva proyección. No es extraño que también se cite a los Pink Floyd más paisajistas. No es necesario destacar temas porque es un disco para sumergirse en él y dejarse llevar. El piano de Judith en “Holly Ghosts” es puro Chopin y la clásica se fusiona con el rock a la perfección en pletóricos temas como “Four Corners”. La delicadeza supina de los momentos más delicados de temas como “Heat Haze” enamorarán a cualquiera y un final majestuoso y preciosista como “Atlas Centaur” son grandes atractivos también para un disco y una banda cargados de ellos. Comienzan gira europea que ojalá llegue por estos lares. (8,5)