Seguro que el jeta de Donald Trump no catalogaría al histórico Carlos Santana como un “Espalda Mojada”. Un Santana que saltó la banca en Las Vegas antes de que Trump fuera presidente. Con un directo realmente memorable. Esto se podía presagiar porque para todos fue un acierto la grabación, 45 años después, del “Santana IV”. Un trabajo que recuperaba lo que hacían al iniciar los 70 con dicha formación. Una suerte que Santana se olvidará de discos como “Shaman” y de demenciales colaboraciones como las de Maná, Outkast y bastantes más. Pero ya antes de sorprender con “Santana IV”, calentaron con esta exhibición de impecable factura visual y sonora.
Hay muchísimos fans de Santana que todavía recordamos con pasión trabajos como su debut homónimo, su obra maestra, “Abraxas”, “Santana III” o “Caravanserai”. A todos nos hizo ilusión el regreso a la formación que creó esos tres primeros discos que fusionaban a la perfección el rock y el blues con los sonidos mexicanos en particular y latinos en general. Además de su inconfundible guitarra estaba esa profusa pero muy acertada inclusión de múltiples percusiones que invitaban al baile, como demostraron magníficamente hasta en el festival de Woodstock.
Ahora podemos gozar repetidas veces con el visionado y la audición de estas dos horas y cuarto en directo con el título de “Santana IV Live At The House Of Blues Las Vegas” (Eagle Vision / Universal). Tenemos unos duelos de guitarras impresionantes junto a Neal Schon, un Gregg Rolie maestro con el Hammond B3 y los teclados y con muy buen tono en la voz. Mike Shrieve como un auténtico pulpo a la batería y las incandescentes congas, timbales y demás percusiones de Carabello y Perazzo. Se inicia la fiesta de ritmo y guitarras abierta con una histórica y explosiva “Soul Sacrifice”. Los juegos de guitarras entre Schon y Santana son geniales desde este instante inicial y el órgano también resuena brutal acompañado de las explosivas percusiones. Sigue el rollo latino con la tremenda “Jingo” y el rock y los ritmos latinos no se detienen hasta el apoteósico final. Más ritmo y sortilegios con “Evil ways” y su fiesta fantasmal. Luego se van intercalando temas de ese cuarto y nuevo disco entre los clásicos de los tres primeros. Por cierto que “Samba pa ti” o la lenta “Leave me alone” suenan realmente magistrales con esos diálogos ya mencionados entre las guitarras de Schon y Santana. Sube el grado de éxtasis al acabar el primer compacto con esa nueva balada que es “Sueños” en la que su guitarra parece volver a hablar y enamorar como en sus mejores tiempos.
El segundo compacto se abre de nuevo con las dos guitarras echando chispas en “Caminando”. Retoma el blues mágico y calmado con “Blues magic”. Luego enlaza consecutivamente tres joyas de rock latino como son “Yambu”, “Black magic woman / Gypsy Queen” y el legendario “Oye como va” que “robó” a Tito Puente. Especialmente en esta última, otra vez el trabajo con las 6 cuerdas de Schon y Santana es francamente logrado. También destaca ya casi al final la aportación vocal en un par de temas más soul de Ronald Isley de los Isley Brothers. “Freedom in your mind” te libera realmente de mente y cuerpo. También lo hacen en la despedida por todo lo alto con “Toussaint L’Ouverture” y los supremos timbales de Perazzo. Rock y guagancó, además de más ritmos latinos y un regreso que esperemos sea para tiempo y que mantenga esta formación, estas ganas y esta línea musical que nunca debió abandonar.
Como es habitual en estos lujosos volúmenes de Eagle Vision / Universal y como sucede también con el reciente y recomendable “Paco And John Live At Montreux 1987” de Paco de Lucía y John McLaughlin, todo viene envuelto en un precioso cuádruple digipack con guapo libreto. Además, en el caso de Santana, en el DVD se añaden además unas jugosas entrevistas para redondear el valor del producto. ¡Qué bueno que regresaste, Carlos!. (9)
www.santana.com