Este “Valle del Deseo” o lo que quiera decir su título es para mí desde ya uno de los debuts del presente año. Creo que a partir de ahora seguiré atento todos los movimientos de nuestro hombre de Ontario. Su voz de barítono es un prodigio de la naturaleza comparable a las de Nick Cave, Stuart Staples (Tindersticks) o Kurt Wagner (Lambchop).
Antes de este sorprendente, tétrico y estremecedor debut estuvo al frente de los Drácula Legs, mucho más cercanos al garaje-rock más ruidoso. Por lo tanto también su transformación puede ser similar a la que Nick Cave hizo desde sus trabajos con The Birthday Party a sus discos más orquestales y modo crooner al frente de The Bad Seeds.
El disco tiene un precioso y solemne arranque con “Goad by a valley”. Ahí ya la oscuridad nos recuerda a los dos primeros discos de Tindersticks. El tipo trata mucho en sus canciones el tema de la soledad y por ahí sigue en la también estremecedora “I’m in the woods” que tiene también destellos
agresivos en las guitarras al estilo de los de los Bad Seeds. Me encanta “Dry bread”, un mortífero y tembloroso vals con unos vaporosos coros femeninos que vuelven a llevarnos hasta Tindersticks, Lambchop e incluso los WovenHand. “Yessiree” es un fantástico instrumental basado en la sonoridad con eco y vibrato de la guitarra eléctrica. Por momentos más tenues como los de “The resurrection” se acerca al pop, pero luego vuelve a acabar de manera espectral y con estupendos coros femeninos en “Ivorm” en la que musical y literalmente parece que algo fatídico va a ocurrir.
Pero para mí lo que ha ocurrido es algo maravilloso porque creo que voy a pasar muchos momentos en solitario enjuagándome las lágrimas con estas estremecedoras canciones una y otra vez. ¡No es un disco para un sábado a la noche pero sí es uno de los mejores debuts de los últimos tiempos!. (8,5)

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