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1 August 2016 Texto: Pedro Rodríguez. Fotografía: Mamiffer.


Sonidos tras el velo

Mamiffer ya es una revolución. Compagina intimidad e intensidad con creatividad e independencia. Faith Coloccia y Aaron Turner exploran ideas y música en un proyecto que han compartido varias veces con muchos amigos músicos afines. Recientemente fue “Crater” con Daniel Menche. Ahora lanzan “The World Unseen” (SIGE records 2016). Mamiffer es la grandiosidad de lo pequeño, como el liquen que cubre todas las rocas de un largo río. Tenemos el placer de hablar sobre “The World Unseen” con Faith Coloccia, alma y cerebro de Mamiffer.

Habéis estado trabajando en “The World Unseen” desde 2011. Sabiendo que la música no necesita prisas, ¿cómo se ha desarrollado el proyecto en un periodo vital tan largo? ¿ha tenido muchas mutaciones?
Faith: Hubo multiples versiones de la grabación. Empecé a escribirlo en 2011, y luego grabé demos sin arreglos, para luego ir haciendo demos mejores. A partir de ahí, grabamos las estructuras básicas y las composiciones a piano, y pasamos a la primera vuelta de grabaciones con Randall Dunn, y luego hicimos una segunda vuelta. Mezclamos la grabación una primera vez y la remezclamos una segunda; luego, desmontamos la grabación, hicimos grabaciones en casa y mezclamos algunas más con Randall, para así tener el montaje final. También pasamos por tres fabricas diferentes de planchado de vinilos hasta que tuvimos una prueba aceptable para el doble LP. ¡Damos gracias a la fabrica de Cascade record pressing por haber hecho que quedara bien! El proceso completo llevó mucho tiempo.

Has comentado en otras entrevistas que el disco es imperfecto. Lo interpreto como que es “intencionalmente imperfecto”. Como si hubierais trabajado en “incluirle” un vacío que nos transmita impresiones de ausencia, de carencia. De haber tenido esa intención, ¿podrías hablarnos por favor de la idea que os ha llevado a expresar esa imperfección?
Faith: Sí, la ausencia y la pérdida fueron elementos de gran influencia en nuestras vidas cuando estuvimos grabando este disco; en ese intento de comunicar esos sentimientos, pensamientos e ideas, la grabación empezó a contener este vació y esta pérdida como una especie de “presencia”. La idea de “algo que falta” se convirtió en el punto focal. Estábamos escribiendo acerca de algo invisible e intangible que se podía sentir, y también queríamos capturar la idea de una esperanza o fe invisible, o una creencia en algo que no puedes ver. El sentimiento de pérdida es una presencia en sí misma, que intenta llegar a alcanzar esa presencia invisible en la oscuridad, o que intenta reconectar o entablar contacto, a sabiendas de que las manos humanas apenas podrían interpretar el “otro lado”. Una esperanza de comunicación con lo imposible o lo divino, un milagro, desesperado y esperanzado al mismo tiempo.

 

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Pido disculpas de antemano por hacerte una pregunta basada en mi propia impresión subjetiva, pero en tu anterior trabajo con Menche, “Crater”, me pareció que trabajando en el escenario de los bosques del Pacífico Noroeste transmitíais mucha espiritualidad, que en la amplitud y tranquilidad de las piedras y árboles se intuía cierta divinidad, pero que hay tensiones y la calma del paisaje llega a chocar con nuestras percepciones de seres humanos, más individualistas. Creo que en the World Unseen hay tensiones más fuertes que en Crater, y contrastes muy espirituales de gran belleza y ecos más humanos y psicológicos. ¿van por ahí los tiros o es todo una fantasía mía? Y por otro lado ¿cómo es la comunión de ideas tan abstractas con el lenguaje musical que habéis desarrollado?
Faith: “Crater” posee esas cualidades. La tensión en “The World Unseen” es muy diferente. Es la tensión de lo humano en una relación desconocida con lo aparentemente imposible (los límites mortales) de la divinidad. La distancia que se siente entre la vida y la muerte, y una proximidad al conocimiento de lo divino por medio de circunstancias y emociones extremas. Quizás, también un deseo de conexión con la creencia y un temor al abandono de esta especie de presencia divina, algo así como el temor que se sentiría al estirar la mano a través del vacío y no encontrar nada al otro lado. Esta grabación es un gran salto de fe en muchos sentidos. La tensión de esas preguntas y temores es, con mucho, una influencia sobre el modo en que se llevó a cabo. Intentar trabajar con estas ideas, creando algo a partir de la nada.

Hemos visto en el desarrollo de Mamiffer lo bien unidos que están tus facetas como diseñadora y artista gráfica al de artista musical. Has encarado the world unseen desde muchas perspectivas ¿qué puedes decirnos de lo que has “visto”?
Faith: Abordo el diseño desde la perspectiva de “objetos en el espacio”, que es algo parecido a mi idea de composición y música: “sonidos en el espacio”. También me planteo el diseño como un puzzle. Estan esos objetos en el espacio, y quizás hay montones entre los que escoger. Mi trabajo sería entonces el de un editor (algo asi como substraer sonidos de una grabación). Este proceso de substracción comienza, y revela la “respuesta” que las piezas del diseño necesitan.
Lo que vi en “The Word Unseen” es que las propiedades auditivas trataban más sobre trascender el cuerpo a través de alucinaciones, espacio, muerte y cielo, y que los componentes del acompañamiento visual necesitaban tener un “ancla”, enraizarlo a la tierra y a lo corporal, como algo tangible. El material gráfico necesitaba servir como receptáculo, y necesitaba amarrarse, y al instante imágenes solidas comprensibles.

 

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La biología y la naturaleza son conceptos muy fuertes en Mamiffer y tu arte. A veces parecen bosques frondosos y grises cargados de esoterismo, de brujería o paganismo. Otras veces aparece como un gran macrocosmos (fotos de grandes espacios abiertos) y microcosmos (primeros planos de riachuelos, ramas o bloques de hielo). E incluso mostráis conceptos biológicos que nombran vuestros temas (domestication of the ewe, parthenogenesis…) ¿Qué te atrae de estos conceptos y sobre que ideas estáis profundizando?
Faith: Normalmente intento profundizar en las preguntas que me hago acerca de cómo el espacio, la luz y el tiempo interactúan para expresar emociones y el ánimo. La naturaleza funciona como un buen lienzo en el que ver (por casualidad) las pistas o respuestas que se hallan organizadas dentro de ese supuesto caos, ante esas preguntas. Combinar las “pistas” visuales, con la idea de conformar una narración es algo que ayuda en este proceso. Si no puedo encontrar una respuesta, al menos puedo acercarme y captar un sentimiento, o bien la respuesta aparece por sí sola a su debido momento. Me interesan los campos de información visual, y ese documento de información saturada, ausente o velada (refiriéndome a esto último de “velar” a como la nieve “vela” aquello que cubre, por ejemplo). También siento mucho interés en los objetos con su propia subjetividad, en el arco narrativo a través del tiempo y en cómo el cuerpo (en todas sus manifestaciones y etapas biológicas) siente que es testigo de esos objetos. Me gusta concebir el cuerpo humano como objeto en la subjetividad de la naturaleza, como si la naturaleza fuese testigo y crease realidad o ilusiones de realidad para el ser humano. Me encanta ese momento de contacto con objetos que tienen su propia historia, y esas historias salen a relucir. Insinuar una conexión entre gente que no está conectada a través de interacciones en el tiempo presente, pero sí lo están por medio de un objeto cuyo valor de uso (esto es, la aptitud que tiene dicho objeto para satisfacer una necesidad) ha cambiado en mis manos. Veo grabaciones que responden a esto también, como manchas en la naturaleza, donde la historia de un lugar geográfico ha resultado cubierta por plantas y árboles, o por el mismo tiempo, etc.
“Cuando la experiencia y el placer de la emoción se entrelazan con las culidades del objeto entonces se alza la belleza”. En el interior de estas situaciones es cuando la respuesta o el espiriu se acerca.

Hace poco hemos podido disfrutar también de tu proyecto, Mára, y el lanzamiento de “Surfacing”. ¿Cómo ha convivido este proyecto con Mamiffer y the World Unseen?
Faith: Mamiffer es algo que he crado y comparto con otros con los que quiero trabajar, como Aaron y otros colaboradores. Mára es algo que puedo hacer yo solo de principio a fin. No sabía lo importante que era esto hasta que grabé “The World Unseen”. Grabamos las pistas básicas para “The World Unseen” y también la grabación de Mára, “Surfacin”, al mismo tiempo. Al principio intenté plantear “Surfacing” como parte de “The World Unseen”, y por un momento pensé que eran parte de la misma grabación. Al final resultó que, mientras se iba desarrollando “The World Unseen”, Mára necesitaba su propio espacio, así que regresé a mis grabaciones iniciales de “Surfacing” y usé esos archivos básicos como base para la grabación.
Aunque una pequeña parte de Mára permanence en the World Unseen: el coro de la canción “Mara”.

 

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Creo que se puede decir claramente que Mamiffer es un árbol fuerte en la escena de la música underground norteamericana. Y además sus raíces son largas y solidas: Aaron viene de Isis y de Hydrahead, por ejemplo. Y tú Faith, de House of Low Culture y una infinidad de colaboraciones musicales y artísticas durante más de 10 años. Y además, los mismos trabajos anteriores de Mamiffer son prueba de la fluida relación musical que tenéis con muchos artistas contemporáneos. Mirando hacia atrás: ¿cuál dirías tu que es la idea de la que nació Mamiffer y cual es su pilar más inmutable?
Faith: De 2002 a 2007 o así, yo estaba en un proyecto con Chris Badger llamado Everlovley Lightingheart (con Hydra Head records). Aquello fue un proyecto muy caótico, que implicaba muchísima improvisación y experimientación. En 2007 yo llevaba ya mucho material compuesto, y menos material sin planificar. Buena parte de esto no encajaba con lo que Chris y yo intentábamos llevar a cabo; yo tenía muchas ganas de hacer música por mi cuenta, y también de salir de Los Ángeles, donde estaba viviendo por aquel entonces. La evolución de Mamiffer vino a raíz de mudarme al Pacífico Norte occidental, y de los músicos con los que viví la primera vez que me trasladé a Seattle. Los nuevos amigos y la familia que conocí por medio de Hydra Head también ayudaron con la evolución de Mamiffer. La idea definitiva que supuso el nacimiento de Mamiffer fue mi voluntad de hacer algo por mi cuenta, crear toda la música, dirigir las aportaciones… Mamiffer nacio como vehículo para la expresión de todo esto.
La idea más inmutable de Mamiffer seria que es como un medio de expresión, sirve para ayudarme a aprender nuevos maneras de vivir, pensar, ver y conocer. Hacer conexiones creativas y amigos a través de la música, el arte y las giras, y explorar todas las cosas que tengo que aprender de este medio.

Eres co-fundadora de SIGE Records. Formas y has formado parte de la independencia como músico y con el sello. Sabemos que es un duro trabajo pero que se defiende con orgullo. ¿podrías por favor hablarnos del origen de SIGE Records, sus placeres y si se puede adelantar algo de su futuro cercano?
Faith: Iniciamos SIGE para grabar la versión de vinilo de “Hirror Ennifer” de Mamiffer. Hydra Head Records sacó el CD, así que queríamos una proyección de LP’s más pequeña, donde pudiéramos controlar la producción. Queríamos ser capaces de hacer ediciones más pequeñas, con una presentación artesana y no extralimitarnos; queríamos cubrir nuestras inversiones, y cualquier beneficio sería devuelto al sello discográfico. Establecimos una serie de parámetros para lanzamientos donde pudiéramos solo publicar proyectos en los que estuviéramos implicados, o de gente con la que estábamos colaborando. En cuestión de tres años, empezamos a lanzar proyectos de gente con la que no estábamos directamente implicados y nos extralimitamos en cuestión de volumen de trabajo. Nunca tuvimos pensado que el sello funcionase tan bien como lo hace, o que tuviese un mayor alcalnce, así que ahora estamos empezando a reducirlo, con la idea de regresar a ediciones más pequeñas, o proyectos de menor envergadura. Encargarnos de los encargos por correo, las relaciones publicas, y de hacer la mayor parte de los diseños y el apartado artístico para tantos lanzamientos al año socavó nuestra capacidad de prestar atención a nuestros propios proyectos, como Mamiffer y Sumac. ¡Estamos contentos de poder dedicar más tiempo a la familia y a nuestra propia música!

 

 

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