Los finlandeses de Hooded Menace sacan su segundo disco con Relapse, tras un “Effigies of Evil” que cosechó más que buenas críticas. Afianzando su posición sobre el erial pantanoso que sirve de frontera entre el doom y el death metal, Pykkö y los suyos rinden tributo al tradicional flirteo que existe entre el death y las historias de terror, evocando mazmorras impías, tumbas desenterradas y rituales con sacrificios humanos incluidos.
Mientras a lo lejos tañe para nosotros una campana fúnebre, las primeras guitarras se van arrastrando como tentáculos, engañosamente lastimosas. “Darkness Drips Forth” combina a lo largo de cuatro cortes el funeral más catártico con diferentes toques de death, manteniendo siempre la voz profunda y pausada de Pykkö. En “Ashen with Solemn Decay”, por ejemplo, hay varios niveles de texturas en funcionamiento, la batería va ganando aceleración y las guitarras se entrelazan entre tiempos lentos y espaciados salpicados de punteos que dan un toque ochentero a lo Candlemass muy eficiente. Otro tema, como “Beyond Deserted Flesh”, nos muestra una cara un poco más groove, jugando a mezclar sludge y doom metal más moderno.
A lo largo de estos cavernosos corredores sonoros, se pueden incluso apreciar las huellas de Dan Swanö, especialmente su trabajo realizado en Edge of Sanity, que a pesar de su influjo a ratos más progresivo, coincide mucho con esta fórmula de mezcla de tiempos, como el magnífico corte que introducen cerca de la mitad de “Blood for the Burning Oath”. Un trabajo sólido y potente a la par que bastante accesible, incluso. (8)
Relapse
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