Alexander Drake es el seudónimo bajo el que se oculta el autor de Ciudad de Caníbales. En 2006 publicó el libro de fotografía e investigación Surfers, una visión antropológica de la cultura del surf. En 2009 la novela La Transformación. En 2012 el libro de relatos Vorágine. Y en 2014 el libro Ocho relatos de boxeo. Y ahora regresa con Ciudad de Caníbales que es una novela de ficción ambientada en el Hollywood convulso de los años 80. Un mosaico de celebridades y situaciones bizarras expuestas a través de la mirada crítica y ácida de un coordinador de producción y representante de actores de una de las muchas agencias en Los Ángeles. Su propia vida es el fiel reflejo de la ciudad en la que vive; una ciudad grotesca y extraña en la que se ven atrapados a diario miles de hombres y mujeres bajo el peso de la industria cinematográfica. Una industria que vende sueños e ilusiones a cambio de una falsa sensación de esperanza.
Lo primero que me llama la atención es que un tipo del País Vasco ambiente su novela en Hollywood y, para más inri, en un pasado que, aunque relativamente cercano, es pasado a fin de cuentas. ¿Conoces de primera mano la ciudad? ¿Has seguido alguna estrategia concreta a la hora de documentarte?
En California estuve un par de veces (en 1993 y en 2001) y sí, conozco la ciudad de Los Ángeles. La historia del libro se desarrolla en 1987 porque soy un fan declarado de los años 80. Fue en aquella década cuando me tocó vivir parte de mi infancia y adolescencia, y en estas edades todo te marca de manera más profunda. En cuanto a la documentación a la hora de escribir esta novela, me he servido de mi dilatada experiencia como espectador de películas norteamericanas de aquellos años, de documentales sobre Hollywood, de otros libros que abordan este tema, de mis vivencias y de las personas que conocí durante mi estancia en aquella ciudad, y también de mi propia imaginación a la hora de plantear ciertas escenas.
Entiendo que la temática que escoges para tu novela es el reflejo de una pasión inocultable por el séptimo arte. ¿Podrías darnos una pequeña lista de películas que te hayan influenciado y los motivos?
Sí, claro; el cine me apasiona, pero también es cierto que dentro de este mundillo hay muchos conceptos que me parecen ridículos y totalmente desproporcionados. Es por esto último por lo que me decidí a escribir este libro. En realidad, el objetivo final de “Ciudad de Caníbales” es el de destripar y cuestionar muchos aspectos de esta industria. En cuanto a las películas, hay cientos de ellas que me han marcado y me va a resultar muy difícil hacer una pequeña selección, pero intentaré escoger sólo cinco:
– “Blade Runner” (por su brillante análisis filosófico acerca del anhelo del hombre por alcanzar la inmortalidad).
– “Network, un mundo implacable” (por su crítica feroz y descarnada hacia el poder de los medios de comunicación y su capacidad para manipular a la sociedad).
– “El gran miércoles” (por su estética y su particular manera de tratar conceptos como la amistad y los cambios socio-políticos de un país como EE.UU., en unas décadas tan convulsas como los años 60 y 70 -con la Guerra de Vietnam de por medio-, y todo ello conducido a través de la cultura del surf con un tratamiento absolutamente magnífico).
– “Los siete samuráis” (por muchísimas cosas: el guión, los personajes, el código del honor, el dilema planteado ante la necesidad de buscar justicia… Una película extraordinaria a muchos niveles).
– “El precio del poder” (por la crudeza e intensidad del film y el retrato tan grotesco que dibuja de la avaricia humana).
Publicas tu novela con Lupercalia Editorial. ¿Cómo surge ese maridaje?
Lupercalia publicó mi anterior libro “Ocho relatos de boxeo” y la experiencia con ellos fue muy positiva; no había ninguna razón para no volver a confiarles mi nueva obra. El trato con Ricardo (el editor) siempre ha sido formidable, y espero seguir publicando con él.
¿Cuáles son los cambios principales, a nivel formal y a nivel de tu evolución como escritor, que el lector encontrará en ‘Ciudad de caníbales’ con respecto a tus obras anteriores?
Las obras firmadas por Alexander Drake siempre tienen unos ingredientes comunes; como son, principalmente: el sexo explícito, la violencia, la crítica social y el análisis de la naturaleza humana enfocada desde un planteamiento tragicómico y salvaje. Por supuesto, en esta novela, todo esto sigue estando presente; los elementos que cambian son: la historia, el escenario, los personajes y la estructura del texto. En cuanto a mi evolución como escritor, creo que hablar de esto corresponde sobre todo a los lectores y a los críticos. Aunque yo estoy muy satisfecho con el resultado final de este libro.
¿Qué otras actividades ocupan tu tiempo además de la escritura?
Ocupo mi tiempo en pasear por la ciudad, caminar por el monte, ir a la playa, surfear, patinar (ahora un poco menos que antes; ya tengo casi 41 años), estar con mis amigos, ir a conciertos, ver películas, exposiciones, leer, ver la televisión, sacar fotos…