El magnífico trío Los Brazos viene de Bilbao y su nombre de una canción de los Gov’t Mule. Ahora mismo son una de las propuestas más estimulantes que puedas contemplar sobre un escenario. La cantidad de energía que transmiten encabezados por su impresionante frontman, William, es inconmensurable. Comenzaron con versiones de Stevie Ray Vaughan, Creedence Clearwater Revival o Hound Dog Taylor, pero para su tercer disco sueltan “GAS” (Rock Estatal Records) y se convierten en el primer grupo del sello que se lo hacen en inglés. ¡Por algo será! A base de temas propios y grabado todo en vivo en su propio estudio, sin añadir ningún instrumento más y sin utilizar overdubs de ningún tipo. Siguiendo con su base blues y rock pero saltando estilos sin ningún tipo de complejos para acabar siendo una banda de puro rock’n’roll de garitos alcohólicos y todavía humeantes. Saltando del boogie brutal a lo ZZ Top de “Fearless Woman” al blues-rock a lo Rory Gallagher de “Boogie”. De la Creedence en el single “Not My Kind” a Cream en “Randall”. Del rockabilly con excelentes punteos de “Say My Name” al pedazo de swing para acabar que es “Rose Tree”. Eso son a día de hoy Los Brazos y hablamos con William para conocerlos un poco mejor aún.
Creo, William, que fue Stevie Ray Vaughan quien te empujó a empuñar la guitarra y dedicarte a esto.
“Live at Mocambo”, fue ver ese concierto y ya definitivamente necesitar intentar emular eso. De momento ya he conseguido sudar casi tanto como él, jajaja.
¿Qué recuerdos guardáis de esos inicios hace 3 años con “Delay, 10 Classic Tracks” y del circuito hostelero? ¿Tiene algo de magia o romanticismo que no queráis perder?
Tenemos la impresión de que todo sigue en el mismo sitio: en los bares hemos hecho amigos que seguimos teniendo, y el no haber parado por más de nueve o diez días hace que todo sea bastante actual. Los bares tienen la cercanía que ninguna persona en sus cabales querría perder y la tensión de tener que hacer todo por ti mismo y a la vez ocuparte de que la gente disfrute, para que no falte al siguiente y no olvide volver acompañado.
A día de hoy en vuestras incendiarias actuaciones algunas versiones a vuestra puta bola suelen ser momentos cumbres en ellas. ¿Humildad, convicción o ganas de pasarlo bien y rendir respetos a quién os trajo hasta aquí?
Creo que ante todo es agradecimiento a quienes empezaron el camino que retomamos. Nos encanta tocar canciones que han sido banda sonora de nuestra vida y siguen siéndolo en nuestros viajes. Y por supuesto: ayudan a romper el hielo con quien no conoces y por eso mismo a pasarlo todos mejor.
Pero centrémonos un poco más en “GAS” (Rock Estatal Records). ¿Cómo es que os han fichado en dicho sello cantando en inglés? La verdad es que se curran siempre las presentaciones de los discos con coquetos digipacks y buenos libretos. ¿Satisfechos con su trabajo?
Rock Estatal ha apostado por nosotros desde el primer momento, ayudando en todo lo que podía dentro de su filosofía. Sencillamente les ha gustado lo que hacemos y a nosotros nos gustan ellos. Gente increíble. Ahora que veíamos que había cierta sensación de que podíamos unir fuerzas, me llamó Juan y me dijo “Will: nosotros QUEREMOS sacar este disco: qué podemos hacer para ayudar”. Fue muy bonita esa forma de plantearlo, y la verdad es que demuestra mucho de la calidad humana de ese equipazo. Ya sabemos todos que un buen disco no garantiza nada: el riesgo de que quede en el olvido ahí estaba, por muy convencidos que estemos de que es un verdadero lanzacohetes.
Efectivamente fue idea de ellos hacer un “pack” más ‘cuco”, propusimos éste que tenéis en la mano y ellos aceptaron la propuesta; el diseño y todo el disco ha sido concebido por nosotros, pero hemos sumado más fuerzas, es la idea de todo este nuevo proyecto.

El cambio que tiene vuestro primer disco de versiones, “Delay”, con respecto al segundo, “Welcome To Los Brazos” (Rock CD) con temas extensos, pero propios, es notorio. ¿Pero cuál ha sido el principal cambio del segundo a este “Gas”, a parte del recorte en el minutaje de los temas?
“Welcome” contenía material mío inédito, por un lado, y este es cien por cien hecho entre todos. Por otro lado, las canciones de este disco son los remates que vamos dándole a nuestros conciertos, lo que hace que sean tan variados y distintos entre sí. GAS es la argamasa de nuestro directo. Los conciertos son muy importantes para nosotros, con ellos trabajamos para crear un público que esté deseando el siguiente encuentro.
Nunca os habéis circunscrito a un estilo determinado, aunque la base blues-rock siempre ha estado muy presente. ¿Pero se puede decir que “GAS” es vuestro disco más variado hasta la fecha? ¿Ha sido premeditado o las canciones surgieron así?
Ha sido premeditado que el disco fuese variado. No podemos estar en el mismo estilo todo el rato, eso es un defecto muy gordo de muchos grupos que hace que la gente se aburra. Y esto es para la gente. Si queremos hacer cosas raras las haremos para nosotros, no lo sufriréis vosotros, es poco elegante eso.
El primer single del disco se titula “Not my kind” y no me parece el más representativo de vuestro sonido, por otro lado bastante amplio y variado. Eso sí, suena jovial y con un gancho como los mejores singles de la Creedence Clearwater Revival de vuestro querido John Fogerty. ¿Qué habéis buscado con esta elección?
Queríamos sorprender y dar a conocer la variedad del disco de un solo golpe. Del “Welcome” nos quedamos con que las baterías sonaban un poco a “cerrado” (dentro de lo bien que están), así en este replanteamos la grabación entera para conseguir ése sonido, que refleja a la perfección la entrada de “Not my kind”.
La canción y su sonido son una tarjeta de presentación del disco y de su filosofía amigable y positiva.
La verdad es que ya hemos hablado un poco de las canciones en el texto previo a las preguntas, pero quería hacerte alguna pregunta directa más con respecto a ellas. Ya sabéis que vuestros paisanos de Last Fair Deal hicieron versiones de Rory Gallagher y sus Taste en el Ciclo Izar & Star. ¿No pensáis que vuestro “Boogie” les encantará y que también mira un poco hacia el cancionero del irlandés?
Te voy a ser completamente sincero, ya que me lo dicen bastante: -al menos yo- nunca he escuchado un disco de Rory. No he profundizado en nada suyo porque nada de lo conocido de su material llamó mi atención cuando empecé.
En realidad, aunque me encantan las guitarras pirotécnicas, a la hora de hacerlas yo siempre sacrifico el solo antes que cualquier otra cosa para conseguir una mejor canción. Los tres hacemos eso: canciones. En este Boogie podíamos haber buscado un solo que luzca más y descartamos la idea en pos de potencia. Así que no sé. De Stevie y otros músicos así me parece que les falla el hacer tanto solo tan largo. A mi eso me da vergüenza, pienso que aburre a los muertos y que no voy a llegar a ese nivel ni en sueños. No es nuestra guerra, supongo.
Eso sí: Last Fair Deal disfrutarán seguro del Boogie, son muy buena gente e increíbles músicos. Pero no compartimos el gusto por Rory, a mí se me escapa ese estilo un poco (creo).
Si bien es cierto que habéis acortado un poco la duración de los temas desde el disco anterior a este, tengo que deciros que uno de mis momentos más apreciados en “Gas” son los más de 7 minutos de “Tales”. Pedazo de lento blues pero con muchos aires a rock sureño. ¿Era indispensable la aparición de un tema de estas características en el disco para dar buen reflejo de lo qué sois como banda? ¿Cómo habéis conseguido ese endiablado eco en los magníficos punteos, ese potente sonido de bajo y esa batería que parece que suena a tu lado, en el local de ensayo?
Hasta que no lo grabamos no sabíamos lo que duraba; es como un blues pero un soul a la vez, ¿verdad? Un tema totalmente de directo, nunca imaginamos que quedaría tan bien grabado.
Sí, es indispensable un blues en nuestro disco. Hacer un buen blues entretenido y bonito es tan difícil que cuando lo consigues TIENES que ponerlo en disco, jajaja.
Está grabado en el local y el sonido de la batería ahí es maravilloso. Del sonido de las guitarras tendríamos para mucho… Pero sí hay un poco de delay mezclado con reverb… una mezcla que me encanta, sutil pero patente.
Con el despliegue salvaje instrumental en disco y en directo, parece que el tema de las letras queda un poco más en segundo plano. ¿Es esto cierto? ¿De qué tratan, un poco por encima, los temas de las nuevas canciones?
Las letras son más importantes para mí que la línea de voz o la guitarra. La letra es como el bombo o el bajo: absolutamente imprescindible. Es un reto siempre e intento hacer cosas al nivel de la música. Tardo muchísimo en escribirlas, me cuesta plasmar conceptos en pocas palabras (como puedes comprobar, jajajaja).
Las letras hablan de ti, de mi, de la humanidad de las cosas, algo de lo que me encanta hablar: todo lo que todos tenemos en común.

¿Teníais claro antes de hacer el disco la intención de hacerlo todo en directo y sin overdubs para que se pareciera lo máximo posible a lo que son Los Brazos en un escenario o ha sido cuestión de economía?
Queríamos que al menos mayoritariamente sonase más parecido al directo que los anteriores. Sí pensamos en hacer alguna canción más producida y luego hemos visto que no hacía falta y que podía ser un error. No ha sido cosa de economía sino de sentido musical: cualquiera habría hecho lo mismo con ese material.
Quizás haya podido influir en esto la labor de Saúl Santolaria. ¿En qué manera os ha ayudado o ha influido en los resultados del nuevo disco?
Por supuesto que influye. Aunque en este disco en concreto partimos de ideas diferentes hemos acabado pegados.
Saúl influye mucho pero poco a poco, el tío… En este disco hemos producido más unidos en concepto e ideas: digamos que nosotros queremos ir a un lugar al que él sabe, y consigue llegar. Creo que eso lo define bien. Saúl se exige mucho y mejora cada día. Es un profesional como la copa de un pino. Sus conocimientos influyen mucho en el acabado.
Por cierto, que momentos destacados en vuestras potentes actuaciones son siempre cuando facturáis algunas de vuestras características versiones. En alguna de las últimas he disfrutado de un “Free Bird” de los Lynyrd Skynyrd, realmente apabullante. ¿Cómo no se os ha ocurrido esta vez meter alguna versión en el disco?
Las versiones en los conciertos molan, pero en el disco no creemos que sea tan buena idea. Ya hicimos un disco con ese concepto. Ahora tenemos que hacer y defender buen material, pero propio. Si no, no somos nada. Queremos que contéis con nuestras canciones entre vuestros clásicos. Las versiones en vivo: ya las grabaremos, si se puede, así.
Son espectaculares los resultados de este “GAS” en directo en el estudio y cada vez tenéis una mayor conjunción con vuestro público, cada vez más numeroso, en vuestras potentísimas actuaciones. Yo creo que sería una gran idea que entregarais un disco en directo cuanto antes. Además con la base de las nuevas canciones más esas imponentes versiones pudiera ser todo un bombazo y un gran espaldarazo a vuestra trayectoria. ¿Soléis grabar vuestras actuaciones? ¿Os planteáis esta idea para un futuro cercano?
Hemos tenido muy mala suerte y se han perdido como 16 conciertos grabados entre una cosa y otra… así que claro que queremos grabar un directo, es un objetivo prioritario. A ver si pronto…
Por cierto y hablando de actuaciones. ¿Cómo ha ido la presentación en casa del disco en el Kafe Antzokia? ¿Fiesta por todo lo grande? ¿Invitados especiales? ¿Sin set-list predeterminado, como siempre…?
Fiesta por todo lo grande, muy muy emocionante. No llevamos invitados salvo a DJ Nash para poner buena música al acabar: no nos gusta terminar un concierto de rock y empezar a escuchar reggaetón.
Hicimos un esquema de concierto para no quedarnos en blanco, pero no nos gustan los set-list, la verdad. No los usamos.
Ahora, como siempre, vais a seguir tocando sin parar en escenarios grandes y pequeños. ¿Alguna página web o algún contacto para enterarse de vuestros pasos, conoceros mejor o poder contrataros para nuevas actuaciones?
Claro: desde www.losbrazos.com es fácil contactar con nosotros a través de Borja Gutiérrez y María Presmanes, que llevan la agenda y nos salvan la vida cada dos por tres.
Creo que estáis los tres desde el principio y dais la sensación de ser una pequeña gran familia. ¿Si faltara alguno de Los Brazos actuales os sentiríais un poco mancos?
Koki y Txemi son dos pero parecen uno de lo unidos que están. Gracias a ellos descubrí lo mucho que me importa la música. Yo espero que eso no pase: son mis amigos.
Para acabar. Últimamente no dejáis de aparecer barbados y con muchas muecas en fotos y actuaciones. ¿A ver si ahora va a resultar que sois unos hipsters…?
Jajajajaaja. Los hipsters del rock and roll… queremos dar importancia a la amistad y espíritu de equipo que nos une antes que a una estética. La estética la cuidamos en lo que hacemos, no en lo que somos. Salimos contentos porque estamos contentos. Que siga así.