En esta primera edición el Fuzzville!!! ha cumplido con creces las expectativas más elevadas, convirtiéndose en uno de los “pequeños/grandes festivales” al que cualquier amante del garage y el punkrock menos ortodoxo tiene que acudir sin rechistar.
El entorno elegido no podía ser más bizarro; Benidorm cuna del turismo kitsch, paradigma de lo hortera, lo excesivo y desproporcionado. Donde manadas de guiris intoxicados se mezclan con abueletes del imserso, familias domingueras y en esta ocasión con cientos de crápulas arrabaleros, ataviados con camisetas negras y gafas de sol. La KM Disco se engalanó para la ocasión y cambió su habitual menú de “bacalao al (Paco) pil-pil” por burgers y budweisers. Lo cierto es que la sala era cómoda, el personal de las barras eficiente y podías moverte con facilidad entre los dos escenarios del festival.
La fiesta empezó el jueves, pero nosotros llegamos el viernes noche, justo cuando empezaban Biznaga en el escenario Junk Party. Una sala pequeña, de desigual sonido, pero donde primaba la cercanía con el público gracias a su diminuto escenario, ideal para los “stage diving” que se sucederían sin descanso.
Biznaga fueron una auténtica apisonadora, raudos y veloces desgranaron los temas de su maqueta y su Centro Dramático Nacional con la energía que les caracteriza. Un público entregado se subía al escenario, se empujaba e incluso alguno se atrevía a pedir alguna versión de Eskorbuto entre risas. Ya podíais hacer una, cabrones. Tuvieron tiempo para presentar temas nuevos, aunque no para tocar íntegro su setlist, dejándose fuera un par de canciones.
De ahí nos fuimos corriendo al escenario grande, que nos recibe con un golpe de calor y Allah-Las repartiendo frescura en el escenario. Repasaron su primera referencia y el más reciente “Whorship The Sun” con la elegancia que les caracteriza. En definitiva gran concierto el de la banda de Los Ángeles de aires sesenteros y psicodélicos, una oasis de paz entre la furia.
Terrier subieron al escenario pequeño con un nuevo integrante a la guitarra, lo que les dotó de mayor contundencia instrumental. Su garage-pop con tintes naíf no empacha y el buen rollo que irradian desde la tarima se contagia. Tocaron temas de su flamante disco debut “Un cadáver en el mar” y presentaron algún tema nuevo que sonaba “la mar” de bien. Terrier son todo amor.
Y llegó el momento de uno de los cabeza del festival The Pandoras que congregaron a una gran masa frente al escenario Fuzzville!!!. Kim Shattuck, también cabeza visible de The Muffs, demostró ser una líder en toda regla, sobrada de carisma y actitud, entonaba con voz desgarrada mientras el resto de amazonas aporreaban con certeza. Clásicos como “Haunted Beach Party”, “I live my life”, “Again and Again” se sucedían sin descanso y hasta se marcaron un bis.
Useless Eaters o la inmediatez como premisa básica. Son jóvenes y por lo tanto atrevidos, mezclan toda la fiereza del garage punk más sucio (por algo son discípulos de Jay Reatard) con melodías nubladas, unos sintes machacones y un bajo distorsionado e hiriente. Desde el primer acorde daban ganas de hacer pogo y pisar cabezas con mucho amor. Porque ahí está el contrapunto, están cabreados pero en el fondo no son tan oscuros, bueno Seth Sutton un poco (…). Enorme la chavalada y para mi de los más grandes del escenario Junk, por no decir de todo el festival. Un goce absoluto para amantes de la mugre y la distorsión.
Y de los veinteañeros Uselles Eaters a los veteranos Doctor Explosion en el escenario Fuzzville!!!. Gran set el que nos tenía preparado Jorge Explosión y compañía, grandes coplas del ayer como Drácula Yeyé nos hacían bailar desde las primeras filas. Enorme cierre del viernes con estos clasicazos, que demostraron estar en tan buena forma como siempre.
La jornada del sábado empezó a eso de las 13:00 con dos bandas en la sala Rockstar, en pleno epicentro turístico de Benidorm. A Los Flamin Guays no les llegamos ver, nos pudo la paella, llegamos con Nave Nodriza en el escenario. Nave Nodriza son unos jóvenes zagales a los que desconocíamos pero que agitaron la sobremesa con sobresaltos. Con más intención que definición, pero daba igual era justo lo que necesitábamos en ese momento. En sus canciones se intuían estribillos como “amor de mierda” o “viejas del Corte Inglés”. Buena mierda la de estos primarios chicos acelerados.
Tras ellos un pincha se quedó a los platos y entre la nebulosa recuerdo escuchar a los Dwarves y su “Everybodies girl”. Pero para entonces ya nos habíamos dejado caer por el bar de al lado de la Rockstar, donde se celebraban varias despedidas de solteros inglesas, a las que nos unimos sin más dilación. Disfraces, cerveza barata y punkrock a la vuelta de la esquina, eso si que era Fuzzville!!!.
Nuestra vuelta a la KM fue para ver a The Kids, mis cabezas de cartel particular. Que subidón escuchar a estos míticos sonando como si estuviéramos en el 77. Crudos, directos y muy ágiles aunque ya no son precisamente unos chicuelos. Aún tengo en la cabeza ese estribillo que reza “Do you love the Nazi´s and do you like the Gestapo, Oh no, oh, nooo”. This is PunkRock. Sobresalientes.
Por desgracia poco pudimos ver de Jeff The Brotherhood, pues el cansancio pasaba factura, aunque según se comentaba su show fue de los más aclamados del festival. Una lástima no disfrutarlos como es debido.
Tras unas hamburguesas era el turno de ver a Chiquita y Chatarra en el escenario “Junk Party”. El dúo femenino tuvo que lidiar con un pésimo sonido, aunque ello no las amedrentó en ningún momento, dejando patente que les sobra actitud y fiereza.
The King Khan & BBQ Show hicieron las delicias de un personal bastante perjudicado a esas horas. Su garage primario y marciano nos hizo bailar hasta la extenuación. Lo suyo es para amantes de la diversión sin pretensiones y como tal respondió el público. Alocados, divertidos y profetas del desenfreno, cumplieron su cometido con creces.
Y como cierre del escenario pequeño el trío madrileño Juventud Juché que se marcaron uno de los shows del festival. Tanto por la entregada actitud del respetable como por su depurado directo, machacado a base de dar bolos sin cesar (no hace ni un año que los vimos en el Monkey Week y han mejorado sobremanera). De los mejores de todo el Fuzzville!!!.
A los ubetenses Guadalupe Plata, aunque nos encantan, ya los hemos visto en infinidad de ocasiones así que aprovechamos para ver los puestos de los sellos y comprar más de un souvenir. Tras los Guadalupe nada como unas sesiones de Diego Rj o los Fuzzlosers para cerrar un festival que va camino de convertirse en un clásico. Al menos a nosotros ya nos han ganado de por vida.