Si el arte es cada vez más accesible es por proyectos como el que este artista británico lleva a cabo. Una idea muy alejada de las grandes galerías y de libros de arte con precios desorbitados. La pasión de Matt por la fotografía y los fancines le llevó a crear The Photocopy Club unos años atrás, y ahora se ha convertido en un referente mundial en el mundo editorial independiente. Aquí, no obstante, nos vamos a centrar en su obra personal.
Soy fotógrafo, comisario de exposiciones que trabaja y vive en Londres. En el pasado estaba metido en la escena del DIY punk. Ahora, por medio de exposiciones y fanzines apoyo a los fotógrafos que están empezando en este mundo.
Mi padre me dio una cámara automática de 35mm cuando tenía 12 años con la que fotografiaba a mis amigos haciendo mountain bike, y luego hacíamos fanzines con las fotos que salían.
Mi estilo es un estilo documental centrado en la cultura juvenil.
No tengo una meta concreta, simplemente disfruto haciendo fotos.
Unos años atrás le hice una foto a un cura loco que estaba en la puerta de un bar gritándole a todo el que pasaba que era un pecador y un narcotraficante. Me acerqué a él y le pregunté si podía hacer una foto al crucifijo que llevaba colgado al cuello porque me encantaba, pero di un paso atrás y le acabé haciendo un retrato.
Aparte de lo dicho, hago skate y toco en una banda.
Llevar la cámara siempre conmigo me mantiene motivado y a la vez me permite no perder nada de lo que ocurre ahí fuera.
Utilizo el digital a la hora de trabajos en moda o publicidad y analógico cuando se trata de proyectos personales y de retratos. También me gusta experimentar mezclando ambos medios.
Mi proyecto a corto plazo es ahorrar para comprarme una moto y recorrerme Reino Unido y Europa haciendo fotos. Más a largo plazo gustaría abrir mi propia galería. La clave es nunca parar de moverse. DIY or DIE.
www.thephotocopyclub.com