El joven diseñador gráfico Sergi Delgado desprende energía positiva en sus diseños, tipografías e ilustraciones, con sorprendentes efectos visuales. Los mensajes que emite en sus trabajos tienen al amor y la felicidad como ideas recurrentes: “Do what you want”, “Just do it”, “Love will win”, “Folow your dreams”… Sin duda, este artista catalán los sigue, y con esa actitud y talento los ha alcanzado, ya que, con poco más de 20 años ha trabajado para marcas como Urban Outfitter, y su nombre aparece en destacadas publicaciones. Esto no es de extrañar, pues reúne todas las cualidades de un buen diseñador gráfico: ingenio y creatividad, dotes para la comunicación, sensibilidad artística, empatía, versatilidad y vocación.
Soy Sergi Delgado, creo que es difícil describirse a uno mismo, sobre todo si eres Diseñador gráfico y metes en medio la palabra artista. Como en todo, hay grises y matices, y muchas veces las cosas no son blancas o negras. Creo en ese concepto de Diseñador gráfico que tiene cierta vinculación al mundo artístico. De todas maneras soy muy joven para meterme en estos debates. Ahora mismo me considero Diseñador gráfico, sobretodo, especializado en el ámbito de la ilustración, la tipografía y el lettering. Cuando tengo tiempo libre me gusta dedicarme a esto, por eso intento hacer de mi ‘hobby’ mi trabajo.
Me adentré en esto poco a poco, sin darme cuenta. Es verdad que de pequeño era de los que les gustaba dibujar, y a medida que fui haciéndome mayor fui enfocando mis estudios hacia una vertiente más artística. En nuestra sociedad creo que se infravaloran los estudios artísticos, sobre todo por el miedo de no encontrar trabajo después. Bajo este contexto, decidí cursar la carrera de Diseño gráfico en vez de la de bellas artes, un poco sin saber realmente qué era el diseño; hoy no me arrepiento de la decisión y me encanta.
Me gustaría que la gente no encontrase una pauta fija en mi obra, es decir, tener un estilo variado y camaléonico, y hacer tanto cosas simples y geométricas como orgánicas y con mil detalles. Me apasiona hacer letterings, digamos que es la mezcla de la ilustración y la tipografía dentro del diseño gráfico y es donde me siento más cómodo.
Al estudiar diseño y no arte, siempre hay ese punto de funcionalidad, quiero siempre intentar transmitir un mensaje, no dejar al espectador indiferente. A nivel personal, creo que hay otro tipo de metas, o cosas que quieres que te aporte tu trabajo; hace unos meses estuve en una conferencia de Javier Velilla donde él explicaba que a la hora de afrontar un proyecto nos podía parecer atractivo por tres factores; ‘fun’, ‘fame’ y ‘fortune’, y explicaba que como mínimo debían cumplirse dos de estos tres requisitos.
Todavía no he tenido la ‘suerte’ de que me hagan un encargo muy ‘extravagante’; los que me han ido llegando no se salen de lo normal. Pero, creo que es necesario plantearse retos y metas difíciles de lograr, auto proyectos. Uno mismo ha de ser su peor enemigo, el que se auto exija.
El diseño ha absorbido mi vida, de tal manera que intento relacionarlo con proyectos que me gusten, ya sea arte, festivales, música, ropa, etc. Es un oficio al que le tienes que dedicar muchas horas, así que si lo puedes vincular con tus aficiones, mejor que mejor. Pero haciendo un análisis, es verdad que ahora, el 50% de mis amistades han surgido y tienen relación con el mundo del diseño gráfico.
La inspiración, en el día a día, puede estar tanto en un plato de espaguetis como en Pinterest. Pero la verdad es que soy de esos locos que tiene una cuenta ffffound, y que se pasa las horas recopilando imágenes y abriendo pestañas con nuevos links y páginas de interés. También estoy junto a un grupo de diseñadores, los Virgulillas; básicamente somos personas con los mismos intereses y con muchas ganas e ilusión de afrontar proyectos de diseño gráfico.
A la hora de trabajar, lo que uno se plantea y lo que realmente pasa luego. Primero intento desarrollar un concepto, me hago las preguntas adecuadas, como si de un periodista se tratase, las 6W, estableciendo así un target y unos objetivos. Pero a la hora de la verdad no es un camino recto, sino lleno de curvas y errores. Soy partidario de que los errores que han surgido de un trabajo, igual no sirven para éste, pero sí para experimentar o realizar otros proyectos. La verdad es que me nutro continuamente de los errores.
En cuanto a la técnica, creo que la pregunta de si eres más digital o analógico se ha quedado obsoleta. Creo que la tecnología está para aprovecharla y al final para agilizar más nuestro proceso y así trabajar más rápido. Soy partidario de empezar con papel y lápiz, pero para el resultado final me decanto hacia el ordenador, en concreto, programas vectoriales. Aunque creo que no hay que dejar de lado ninguna faceta y ser un buen híbrido.
Actualmente ando metido en muchos berenjenales, creo que en el momento que estás sin hacer nada, algo estás haciendo mal. Sin embargo, aún soy estudiante, y me queda un largo camino de aprender y caerme muchas veces. Al ser diseñador, mi trabajo va muy relacionado con mis clientes, así que me gustaría tener la oportunidad de trabajar con grandes clientes y nutrirme de ellos. Realizo muchos auto encargos, y me gustaría que muchos de estos tuvieran más salida y convertirlos en proyectos reales.
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