Daniel Montero es un ilustrador madrileño en cuyo trabajo se combinan casi a la perfección la imaginación mas desbordada, algunas criaturas de aspecto bastante divertido y un uso y sentido del color que hace que sus ilustraciones vibren y casi se salgan de la página. Centrado en el trabajo editorial, donde ilustra textos para pequeños y mayores, pero sin cerrarle la puerta a sus propias inquietudes artísticas, Montero no se conforma con ser un simple decorador de textos: “La verdad es que no se me ocurre una mejor manera de no perder el tiempo y ganarme la vida que ser ilustrador, así que mantengo un pacto con mis dibujos: ellos viven gracias a mi y yo vivo de ellos”.

Al ver las obras que produce este singular artista es inevitable preguntarse de donde viene la inspiración para estas singulares ilustraciones: “Primero intento atrapar una idea. Raramente aparecen cuando estoy sentado delante del tablero de dibujo, así que suelo ir acompañado de una libreta y, en cuanto aparece una, la anoto rapidamente”. Prefiere las acuarelas y rotuladores antes que usar ordenadores, cosa que podemos apreciar contemplando su vibrante paleta de colores, y en estos momentos se encuentra ilustrando una adaptación libre de La Divina Comedia, escrita por su gran amigo Dino Lanti, con quién colaboraba en el blog Materia Dispersa.

Afirma que ha llegado a conseguir lo que tiene gracias a su cabezonería, que es un extrovertido atrapado en el cuerpo de un tímido, que admira a su abuela Antonia, que una canción que suena en su cabeza cuando trabaja es “Diablo rojo” de Rodrigo y Gabriela, y que le gusta alejarse de la ciudad para “desintoxicarse” un poco de su trabajo.

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