Miguel Linares nace en Málaga en el 69. Su formación es autodidacta lo cual se me antoja como una auténtica declaración de intenciones ya que, desafortunadamente, las escuelas, no suelen ser demasiado amigas de que la imaginación de sus alumnos galope libremente. Ya de niño, Miguel Linares, se sintió atraído por el dibujo y la pintura como medios a través de los cuales podía plasmar la emoción y el interés que despertaban en él la contemplación de la luz,  las formas y los colores circundantes. El talento tiene mucho de innato y opino que, esta temprana sensibilidad o necesidad de aprehender lo que a la mayoría de los niños de su edad les pasaba desapercibido, resulta clave para poder dar rienda suelta a su posterior vocación. “El vínculo con el mundo del Arte lo tengo desde muy niño. Siempre me fascinó representar lo que mis ojos veían y lo que mi corazón sentía, y fue a través del dibujo y después de la pintura, como me sentí más cómodo. En el colegio siempre tenía los libros de texto llenos de pequeños dibujos lo cual a veces no sentaba demasiado bien a los profesores.”

Por mucho que algunos les pese, la experimentación no es un valor en sí mismo y este joven pintor malagueño lo sabe muy bien: lo que él hace es ofrecer su propia versión del realismo introduciendo elementos o técnicas propias del collage, y jugando sabiamente con las texturas para tratar de regalarnos un punto de vista nuevo. En la obra de Miguel Linares predominan los paisajes urbanos plasmados en el lienzo a través de una equilibrada mezcla de realismo y abstracción. En su pintura, el motivo del cuadro conserva su esencia y resulta a todas luces reconocible pero, al mismo tiempo, de una manera elegante y poco forzada, la abstracción penetra en el lienzo mostrando una visión del lugar que se torna de inmediato en una visión subjetiva, rompedora: la visión del propio pintor. “He evolucionado bastante desde mis comienzos: ahora busco la luz, el ambiente y algo de misterio, sobre todo en paisajes urbanos. Hay quien denomina mi trabajo como un Neorealismo urbano, definición que no me parece del todo desacertada.”

Miguel Linares crea por pura necesidad y, a la hora de abordar la difícil tarea de la pintura, no se propone ningún objetivo o meta concreta. Según él, a través de su obra, el artista consigue sobre todo transformar su mundo interior o estar más en sintonía consigo mismo. “No creo que pretenda nada en concreto con mi trabajo, es algo que necesito para vivir, y, poniéndome un poco más pragmático, poder vivir económicamente de ello. No creo que pueda cambiar el mundo por medio de mi trabajo, pero sí mi pequeño mundo personal a un nivel físico y espiritual. El Arte es el descanso del alma inquieta.”

Sus cuadros hablan por sí solos y se autodefinen como obras que nacen desde una libertad creativa absoluta y aspiran a decir algo nuevo sin menospreciar el legado precedente. En este sentido, el artista malagueño confiesa no ser demasiado amigo de los encargos. “Tengo cierta aversión a los encargos, prefiero sentirme libre en ese aspecto; de todos modos, hasta el día de hoy, por fortuna, no me han hecho ningún encargo demasiado extravagante que me obligara a salirme de mi hábitat creativo natural.”

Más arriba destacábamos que en la obra de Miguel Linares predominan los paisajes urbanos. Y la ciudad que, por encima de cualquier otra, ha resultado beneficiada de esta apuesta, ha sido su Málaga natal donde continúa viviendo a día de hoy, y cuyas calles y paisajes retrata incansablemente desde hace ya algunos años. “Invitaría a venir a cualquiera a Málaga sin ninguna duda. Creo que Málaga, mi ciudad, es uno de los mejores sitios para vivir por muchos aspectos: el clima, su gente, etcétera. Creo que me resultaría bastante complicado resaltar algo negativo de ella.”

Miguel Linares es un artista prolífico que siempre tiene algún proyecto en mente; por ello, en no pocas ocasiones, se queja de la falta de tiempo para dedicarle a su pasión. La pintura es el epicentro de su vida y no le deja tiempo para mucho más. “La verdad es que siempre me estoy quejando del poco tiempo que tengo para trabajar. Pienso que tendría que vivir tres vidas para desarrollar lo que siento dentro, así que me vuelvo algo egoísta con mis horas de trabajo; por lo tanto, casi no compagino la pintura con nada, o al menos con casi nada. La motivación la encuentro en los lugares más inverosímiles, desde un cielo abierto, hasta las más abigarradas escenas urbanas. El mundo está lleno de imágenes que masticar y poder mostrar después.”

La clave de su estilo reside en un dominio excelente de la técnica apoyado por un sentido del equilibrio que le lleva a no abusar en sus cuadros de ciertos recursos (collage, texturas, etc.) que, en caso de no ser empleados en su justa medida, acabarían haciendo un ruido indeseable. Una primera mirada te sitúa ante una escena cotidiana, mientras que una aproximación más atenta te invita a bucear en el lienzo tratando de desenmarañar todos y cada uno de sus secretos. Con respecto a su método de trabajo, el artista confiesa no ser demasiado disciplinado: “No suelo ser muy disciplinado, sobre todo en lo tocante a las horas, y en cuanto al método, suelo trabajar mucho sobre el papel (bocetos, proyectos, etc.) antes de atacar el lienzo propiamente. Combino diversos materiales en mi trabajo, procurando alcanzar un lenguaje personal para que el resultado me satisfaga.”

Con respecto al futuro rumbo del mundo, el pintor malagueño no se muestra demasiado optimista. “El ser humano se comporta cada vez más como un virus con el resto del planeta. Intento no pensar mucho en ello pero la actualidad aplastante no hace más que ratificar lo que pienso. Me temo que la esperanza reside en cada ser humano. Sólo hay que alimentarla individualmente para que al menos los mundos personales sean más felices, y así todo irá mejor a un nivel colectivo.”

Tal y como apuntábamos antes, Miguel Linares vive para la pintura y son tanto los proyectos que tiene en mente que, en ocasiones, se siente un poco desbordado. “Siempre estoy trabajando, pensando en algún proyecto futuro. Lo inmediato es una exposición individual que inauguro el próximo 21 de Diciembre de 2012 en la Galería Benedito de Málaga, a la cual estáis todos invitados, por supuesto. Estaré encantado de saludaros.”

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