Asociación Pino Perdido son tres palabras que suman más significados que cada una por separado. No provocan extrañeza. Sino curiosidad. Un sentimiento de aventura cálida y humana. Para nada lejano. Para nada imposible. Salir de la zanja marcada en tu trayecto perpetuo de casa al trabajo y del trabajo a casa, está solo a un paso. A un desvío de mirada. Si pones los ojos un segundo en la linea de montañas que rodean tu ciudad. Si desde ahí sigues una pequeña nube, o una brisa, y acompañas un paso de tu pie con otro… Puedes perderte sin perder nada. Pasear con tu perro unas horas más fuera del parque entre edificios. Reunirte con tus amigos fuera de aquella plaza. Y darte cuenta que no eres tú el que está rodeado de ciudades. Sino las ciudades rodeadas de montes y pinos perdidos.
Para hacer este paseo tenemos a una guía de excepción: Asun Molina. De la que nos atrevemos a decir que es realista y soñadora, como las raíces de un árbol y como los brotes que crecen en ramas. Para hablar con ella hay que caminar. Seguirla. Y encontrarse lo que nos está contando: “Nuestro proyecto se fundamenta en una asociación sin ánimo de lucro. Desde la cual pretendemos compartir conocimientos y experiencias. La Asociación Pino Perdido tiene su sede en Olías, a escasos 10km de la playa de Málaga. Ofrecemos un lugar en plena naturaleza con edificios basados en la bioconstrucción y un sistema de vida autosuficiente. La Asociación Pino Perdido recibe su nombre por el lugar donde se ubica. Una finca conocida como Pino Perdido, en honor al pino más grande y antiguo que tiene el lugar”.
Una asociación tan emprendedora necesita contar con voluntades muy fuertes. Asun afirma claramente y nos habla de cada una de ellas: “Nos hemos juntado un grupo de emprendedoras natas: el equipo lo formamos diferentes profesionales de distintos campos y siempre estamos en continuo crecimiento y cambio. Las “miembras” de la Junta Directiva actualmente son Noemí Campano, Música, bajista y cantante. Imparte el taller de “Música en Familia” y organiza la Jam session en la “Yurta” (www.surfertelevision.com).
Alexis Sanghera: decoradora de interiores y diseñadora gráfica (www.uniquechiclets.com).
Laura Aguilera Pérez: Cocinera y amante de la cocina alternativa. Actualmente, profesora de cocina.
Y antes de mencionar nosotros a la propia Asun, que es asesora en proyectos creativos, coordinadora en bioconstrucción y experta en fibras textiles, patronista, modista y maestra en la escuela de arte de Granada, ella presenta una mención especial al equipo de Pino Perdido: “Si tuviéramos algo que destacar sería el valor humano que aportan cada uno de nuestros colaboradores”.
Ya podemos ver que hay mucho trabajo y proyectos dentro de la asociación. Por eso, antes de empezar si quiera el primero le preguntamos a Asun sobre todo lo que ofrecen. Y te puedo asegurar que sonríe bajo el brillo cálido del sol. La asociación Pino Perdido no para ni se detiene. Siempre habrá muchas más cosas. Aquí nos habla Asun de unas cuantas que te harán desear venir cada fin de semana: “Talleres intensivos de fin de semana impartidos por profesionales de cada sector y paquetes de experiencias variadas. Con menú incluido y zona de acampada. El primer placer es su espacio. Un monte de Málaga con vistas de 360º. Zona de acampada, piscina, instalaciones de bioconstrucción y con autosuficiencia. Actividades de música en familia y experimental; patronaje, moda, tintes naturales y permacultura; cocina, alambique, aceites esenciales; taichi y yoga, baños de sonido, talleres de bioconstrucción y círculos de mujeres… Yincanas temáticas, días intensivos de gong, maridaje de vinos, visita a la bodega…”.
Pino Perdido está lleno de experiencias, sensaciones y cultura. Todo trabajado en un sentimiento comunitario y comunicativo. Asombra lo sencillo y claro de sus ideas. Es fruto de un esfuerzo extraordinario por una idea natural y humanista. ¿Cómo surge esa idea y cómo se lleva a cabo? “Creemos en la necesidad social de un espacio para cultivar la mente y compartir experiencias. Un paraje natural en pleno monte libre del frenesí de la vida diaria. Donde desconectas y a la vez conectas. Cuando encontramos la sede nos pusimos manos a la obra, con ayuda de voluntariado de páginas como workaway o amigos de amigos los espacios van tomando forma y adaptándose mejor a las necesidades de los socios. Ahora estamos con las redes sociales y colaborando con otras asociaciones”.
Nos damos cuenta entonces que la filosofía de Pino Perdido es ofrecer una experiencia compartida y abierta que crece orgánicamente con sus visitantes. ¿cómo valoráis el resultado y el trato diario con vuestros clientes? “Excelente. Socias y socios siempre repiten y además nos basamos en sus consejos para mejorar y avanzar. Son la base fundamental de nuestra asociación”.
Y de esfuerzo también nos podrás contar varias cosas. ¿Qué obstáculos y ayudas habéis tenido? “Como obstáculo principal la falta de tiempo ya que todas las miembras trabajamos y Alexis tiene las reuniones vía Skype porque vive en Escocia. Como ayuda principal resaltar, el entusiasmo de nuestros colaboradores y la capacidad de adaptabilidad al cambio. Comprobar que la idea funciona. El colaborar con otras asociaciones como Ecoluciona, festivales como el Ecoweek o Moments”.
¿Cómo se divulga un proyecto como el vuestro más allá de la experiencia de vuestros clientes? “Las redes sociales son pilares para difundir un evento, de eso se encarga @laniñavoladora. Tenemos una página web actualizándose www.malagaart.com, instagram @asociacionpinoperdido y Facebook @pinoperdido en pleno funcionamiento. Actualmente nos encontramos en el proceso de diseño del logo e imagen”.
Es también inevitable pensar en este tipo de espacios cuando te encuentras a varios cientos de kilómetros. ¿Es una filosofía compartida? ¿Hay más negocios similares y están en auge por el punto de vista tan original y natural que ofrecen? “Sí, esta en continúo auge. Hay otras asociaciones parecidas a la nuestra y se encuentran en crecimiento. Las personas necesitan salir de las ciudades para cultivar la mente y escapar de su estado de confort. Y sí además de eso les ofreces un curso intensivo de algo que les interese mucho mejor”.
Es inevitable pensar un poco en el futuro. Sobre todo cuando en Pino Perdido se sustenta y crece en la propia naturaleza, desarrollándose y vitalizandose continuamente en ofrecer su experiencia y sus talleres y actividades. ¿Qué más tenéis en mente? “Nuestra asociación es un poco anarquista o postmodernista dependiendo del punto de vista. Nunca dejamos de tener proyectos nuevos, todo depende de los profesionales que se ofrezcan a venir aquí e impartir su taller en una yurta o al aire libre. Aunque disponemos de internet y todos los medios electrónicos aptos para poder desarrollar el trabajo. Siempre nos adaptamos a la demanda. Actualmente, tenemos un proyecto de biocontrucción en marcha, tenemos que reubicar la yurta, esta será un espacio polivalente coordinado por la asociación. Los días 15 y 16 de abril de 2019, tenemos un curso intensivo de destilación con alambique de columna. Impartido por Joan Sisa. Y a fecha por concretar un taller de elaboración de los productos de uso cotidiano de manera casera y orgánica. Cremas, champús, jabones, mascarillas…”.
Lo dicho: un organismo vivo. Y sano y fuerte. No hay nada perdido. Todo por encontrar. ¿Qué le aconsejaríais a alguien que quisiera montar un proyecto similar? “Mucha paciencia y un par de ovarios”.
Os digo algo que ya sabréis. Nada más salir de Pino Perdido ya estas planeando volver.