Laurie Lipton nos da un poco de miedo. Obviamente no ella personalmente, pero si su trabajo. El grado de detalle, rayando en lo obsesivo, sus escenas cargadas de personajes desconcertantes, el blanco y negro… Y a pesar de ello uno no puede evitar sumergirse en ese complicado laberinto de cables, ni quedarse mirando esas expresiones que parecen salirse del papel. Todo esto realizado con el anteriormente mencionado grado de detalle, y mas detalle, y mas detalle…

Hola, mi nombre es Laurie Lipton. Comencé a dibujar a los 4 años inspirada por las pinturas religiosas de la Escuela Flamenca y Goya. Desafortunadamente cuando fui a la universidad cuando el arte conceptual estaba de moda, por lo que fui sistemáticamente desanimada por hacer trabajos figurativos. Abandoné las clases y me enseñé a mi misma a dibujar. Desarrolle mi propia y peculiar técnica a partir del rayado transversal utilizado en el Renacimiento. Es una técnica tremendamente aburrida para dibujar pero el resultado en cuanto a luminosidad y detalle merece el esfuerzo. Mis dibujos tardan mas en realizarse que pinturas del mismo tamaño. Realmente no decidí nunca hacerme artista, simplemente dibujo. Tengo que dibujar. Si no dibujo me desquicio. Me gustaría dibujar por siempre.

Mis trabajos son dibujos en blanco y negro, increíblemente detallados y ligeramente desconcertantes. Verlos online o impresos en libros o revistas no muestra realmente la cantidad de trabajo invertida en cada obra. La gente que ha visto mis dibujos en vivo siempre resulta impresionada.
El objetivo de mi trabajo es impresionarme a mi misma. Desde pequeña he pensado en imágenes, pensaba que era lo normal hasta que mi madre me dijo que la mayoría de la gente suele pensar en palabras. Siempre estoy dibujando, solo paro para comer o dormir. Mi método de trabajo es simple, cojo una pieza de papel de 1,50 x 2,75 metros, la pongo en una tabla y dibujo sobre ella durante un mes aproximadamente. Simple.











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