{english below} Stefan Sagmeister se ha convertido en uno de los diseñadores gráficos más influyentes de las últimas décadas. No solo por sus trabajos, sino por su manera de ver la vida y su genuina personalidad. Aunque sería difícil definir su estilo, Sagmeister siempre ha empujado los límites creativos en la innovación y el uso de diferentes técnicas, además de mostrar un marcado gusto por la provocación y el humor.
Nacido en Bregenz (Austria) en los años ’60, estudió diseño gráfico en Viena y más tarde recibió una beca del Pratt Institute de Nueva York. Ha trabajado para Leo Burnett en Hong Kong y mano a mano con Tibor Kalman (fundador de la revista Colors de Benetton junto con Oliviero Toscani). En 1993 pone en marcha su propio estudio de diseño en Nueva York, ‘Sagmeister Inc’. Sus primeros encargos están muy ligados al mundo de la música y del arte, aunque ha trabajado para todo tipo de empresas, instituciones y sectores.
En 2012 se asocia con Jessica Walsh para crear ‘Sagmeister & Walsh’, que ha funcionado como estudio de diseño hasta mediados de 2019, cuando la pareja creativa anuncia su separación laboral. Jessica sigue haciendo trabajo comercial en su nueva agencia ‘AndWalsh’, mientras que Stefan decide dedicarse a trabajo exclusivamente no comercial.
El año pasado anunciabas que abandonabas el trabajo comercial para dedicarte exclusivamente a proyectos autogenerados y no comerciales. ¿Cuáles han sido los motivos para dar este paso y qué primeros frutos esperas de esta nueva etapa? ¿Significa esto el fin de tus famosos años sabáticos por cada 7 de trabajo?
Sentí que, aunque sigo creyendo en la importancia de que exista gente comprometida con el diseño haciendo trabajo comercial, yo ya he cumplido mi parte. Y, por supuesto, seguiré disfrutando de mis años sabáticos, el próximo dentro de tres.
Tu último proyecto junto a Jessica Walsh ha sido ‘BEAUTY’, donde reivindicáis la belleza como parte fundamental en el diseño y en nuestras vidas. El estudio ha derivado en la publicación de un libro y una exposición itinerante, que tras pasar por Viena ahora se exhibe en Hamburgo. ¿Será este el último proyecto de la pareja creativa o podremos ver futuras colaboraciones? ¿Tendremos oportunidad de disfrutar de ‘BEAUTY’ en España?
Seguimos colaborando en otros proyectos que surgen del contexto de BAUTY. Ahora estamos trabajando en el diseño de productos hechos de corcho (para Portugal) y en el patio interior de un edificio en Alemania. Lamentablemente, por ahora no hay planes de que BEAUTY se exhiba en España. Me encantaría llevar la exposición a vuestro país, pues sé que existe un gran interés por el diseño y estoy seguro de que THE BEAUTY SHOW funcionaría bien allí.
Hace ya algunos años de ‘THE HAPPY FILM / SHOW’, documental y exposición donde estudiabas la idea de felicidad. Ahora llega BEAUTY. ¿Crees que existe algún tipo de nexo entre ambas ideas?
Permitidme explicarme: Si alguna vez habéis visitado las dos estaciones de tren de Nueva York, habréis notado la diferencia en el ambiente de ambas de inmediato. La estación Grand Central, un amplio espacio construido en 1903, genera un clima inspirador y encantador a cualquier hora del día. Por el contrario, Penn Station, un área sombría de techo bajo inaugurada en los años 70, nos ofrece un entorno claustrofóbico y deprimente. Hicimos un estudio en el que comparábamos tweets escritos desde ambos espacios y los que salían de la Grand Central tendrían a ser positivos, mientras que los de la Penn Station eran negativos. Estamos convencidos de que el mal humor imperante en muchos aeropuertos está motivado por la terrible arquitectura. Por lo tanto, un espacio bonito puede hacernos sentir mejor. Felicidad y belleza están definitivamente conectadas.
¿Cuáles son los primeros recuerdos de tu infancia que asocias a la palabra belleza?
No recuerdo haber tenido una especial sensibilidad para la belleza cuando era niño. Pero tenía un delantal con un pato que me encantaba y me parecía precioso. Me peleaba constantemente por él con mi hermana mayor, que también quería ponérselo.
Cuéntanos un poco más de esa infancia. ¿Qué hitos crees que pudieron contribuir a que acabaras siendo uno de los diseñadores más importantes del cambio de siglo?
Empecé a escribir para una pequeña revista llamada Alphorn cuando tenía 15 años y rápidamente me di cuenta de que me gustaba más diseñarla que redactar los textos. Vine por primera vez a Nueva York con 18 años e inmediatamente supe que quería vivir aquí. Aun habiendo crecido en una pequeña ciudad de los alpes austríacos, siempre quise vivir en una gran ciudad.
El marco en el que se habla de Stefan Sagmeister es siempre el del diseño, pero si echamos un ojo a tu trayectoria, encontramos trabajos que se acercan mucho más al mundo del arte. ¿Te resulta incómoda, pretenciosa o errónea la etiqueta “artista” aplicada a tu persona?
Estudié en una escuela de diseño y principalmente trabajo en el mundo del diseño. Soy diseñador. Mi definición favorita sobre la diferencia entre arte y diseño es la que daba Donald Judd, que trabajaba en ambos ámbitos: “El diseño tiene que funcionar. El arte, no”. Soy diseñador, por lo que automáticamente todo el trabajo que hago es diseño (y no arte). Y no solo ha de existir, sino que tiene que funcionar. Dicho esto, sí, nuestro trabajo ha estado influenciado por numerosos artistas: los obvios como Jenny Holzer o Barbara Kruger (quienes a su vez han sido influenciados por el diseño), los oscuros como Adolf Woelfli, los ‘Accionistas’ de Viena como Brus, Muehl, Wiener y Schwarzkogler, los buenos de Janine Antoni y Maurizio Catalan, con los que hemos trabajado como Mariko Mori, Douglas Gordon y Ashley Bickerton. Pero a pesar de que algunos de nuestros gráficos pueden parecer algo artísticos, siguen siendo diseño gráfico.
Si preguntamos a diseñadores por su principal referente o profesional favorito, muchos contestarán ‘Stefan Sagmeister.’ ¿Podrías hablarnos de tu referentes y de qué compañeros o estudios del sector actuales son los que a tu criterio están haciendo trabajos más interesantes?
Me encanta lo que que están haciendo ahora algunas personas que trabajaban en nuestro estudio, como Hjalti Karlsson, Jan Wilker, Martin Woodtli, Santiago Carrasquilla o Ariane Spanier. Aparte de estos, me gusta mucho el trabajo gráfico de Zach Liebermann, Anton & Irene, Marian Bantjes, Eike Koening y otros muchos.
El legado que dejas para el mundo del diseño es indiscutible. Como todo gran diseñador, también tienes tus detractores, gente que piensa que tu trabajo siempre ha sido demasiado personal, excesivamente colorido o poco funcional. Es imposible agradar a todo el mundo, pero ¿tienes algo que decir sobre ello?
Sí, de hecho hicimos una pequeña película sobre ello: es absolutamente imposible complacer a todos. Sin embargo, lo que sí es posible es crear algo significativo para la audiencia con la que estás tratando de conectar. Es un objetivo complicado, pero l que perseguimos en cada proyecto, A veces, pocas, lo conseguimos.
Hace casi 15 años del lanzamiento de la identidad de Casa da Musica, considerada la primera identidad cambiante o flexible. Un modelo que posteriormente se popularizó y se sigue utilizando o imitando. ¿Cómo ves a día de hoy, con perspectiva, esta gran aportación al mundo del diseño?
Hmmm, no estoy seguro de que fuéramos los primeros en hacerlo. Pero, mirando hacia atrás, todavía me gusta.
Dos de tus grandes pasiones son el diseño y la música. Tienes un gusto exquisito en materia musical (te hemos visto escarbando en tu colección de vinilos o hablando sobre bandas) y has diseñado discos para grandes artistas como Lou Reed, The Rolling Stones, David Byrne, Jay Z, Aerosmith… Has ganado dos Grammys y siempre has dicho que una vez que has hecho algo, pierdes el interés. Pero, ¿con qué músico actual te gustaría trabajar?
Creo que el diseño de portadas de disco es algo que ya hemos hecho en el pasado y no me apetece repetir. En los últimos años se han diseñado muchas carátulas fantásticas, creadas principalmente por jóvenes diseñadores. Me fascinan los músicos que son capaces de crear portadas increíbles por su cuenta, como Sufjan Stevens o Karen O.
Con tus trabajos de packaging de CDs conseguiste elevar este formato, que no estaba considerado como forma de arte. ¿Sigues consumiendo música en CD? ¿Te has quedado con ganas de diseñar vinilos?
A día de hoy solo compro vinilos. Y en este formato estoy contento simplemente como consumidor, no como diseñador.
Has trabajado para todo tipo de clientes alrededor de todo el mundo. ¿Notas diferencias reseñables entre el comportamiento de unos y otros? ¿Te atreverías a decir quién ha sido tu mejor cliente? ¿Y el proyecto del que estás más orgulloso?
Siempre nos ha encantado trabajar con gente diferente en todo tipo de países. Al mismo tiempo, me parece fundamental que la cultura e idiosincrasia de cada lugar sean tratadas con respeto, se conserven y se trabaje mano a mano con diseñadores locales. En cuanto al proyecto del que me siento más orgulloso: Milton Glaser me dijo una vez que su mayor logro en sus 50 años trabajando como diseñador era seguir teniendo interés y compromiso con el oficio. Yo, personalmente, considero mis años sabáticos como la mejor vacuna.
Por tu estudio han pasado trabajadores de todo el mundo, tanto becarios como empleados. Muchos de ellos han acabado montando sus propias empresas. ¿Sigues en contacto con estas personas y al tanto de su trabajo? Por centrarnos en el ejemplo español, ¿conoces Yarza Twins (el estudio que Eva Yarza, antigua becaria en Sagmeister&Walsh, ha montado con su hermana gemela en Londres)?
Sí, nos vimos hace un tiempo. Y sí, estoy muy contento y orgulloso de que muchos de ellos continúen realizando trabajos fantásticos por su cuenta. Por supuesto, ya eran buenos antes de pasar por nuestras oficinas.
Nunca has tenido miedo a exponerte, tanto en sentido literal como en sentido figurado. Desde desnudos íntegros hasta hablar de tu vida privada en conferencias o documentales. ¿Hay algo de ego en compartir esas vivencias o tu intención es que puedan servir como apoyo y ejemplos para ayudar a los demás a través de tu experiencia?
Aquella primera carta de presentación con desnudo integral fue un poco arriesgada. Mi novia de por aquel entonces me dijo que perdería el único cliente que tenía. Se equivocaba, conseguimos dos más. Los desnudos posteriores fueron más fáciles, pero el objetivo final era conseguir una comunicación efectiva. El proceso de producción de la segunda carta de presentación desnuda con Jessica fue muy divertida. Hay algo extrañamente unificador en estar desnudos en un estudio fotográfico. Y sí, estoy seguro de que también había una parte saludable de ego en todo ello.
Siempre has sido una persona que cuestiona el orden establecido, desde la vida laboral hasta el protocolo. Me hace mucha gracia aquello de “Third world offices, first world prices” que daba la bienvenida a los que visitan tu oficina. ¿Ha habido algún momento en que esa actitud ha tenido una repercusión negativa en tu vida personal o laboral?
También hemos hecho bastantes trabajos que no cuestionaban ningún tipo de orden establecido en los que simplemente nos limitamos a trabajar. Cuando sí lo hemos hecho, no recuerdo ninguna consecuencia negativa.
Hace un par de años pediste perdón públicamente por una broma que incomodó a un intérprete de lenguaje de signos en una de tus charlas en Nueva Zelanda. Este incidente aparece en tu biografía de Wikipedia con epígrafe propio, mientras no se mencionan otros éxitos de tu carrera profesional. Una vez te escuché decir que “disfrutamos más leyendo cosas negativas que positivas”, ¿crees que “La enciclopedia libre” responde a esa afirmación? ¿Cómo te hace sentir esto?
¡Mi página de Wikipedia me hace sentir fatal! Si vosotros o los lectores de la revista pueden añadir algo que consideren importante en mi biografía, les estaría eternamente agradecido. ¡Sería genial!
Tu Instagram está casi íntegramente dedicado a reseñar trabajos de otras personas. Esto es una oportunidad estupenda para que estudiantes y jóvenes diseñadores puedan acceder a tus comentarios sobre sus trabajos, además de darles cierta exposición. Deberán llegar cientos de mails al día pidiendo ‘reviews’, ¿existe algún criterio para seleccionar lo que posteas o entra en juego el azar?
Selecciono los trabajos que me gustan mucho o que encuentro interesantes y creo que puedo empujar al diseñador o diseñadora un poco más allá, para que el resultado final del trabajo sea excepcional. Alguna vez también reseño piezas que no creo que son buenas en absoluto, pero solo si me permiten tomarlas como punto de partida para exponer alguna idea más amplia. Hace poco me dijeron que muchos profesores de facultades de diseño siguen mis reseñas para mejorar las correcciones que les hacen a sus alumnos. Eso me encató. Si estáis interesados, no dudéis en seguirme @stefansagmeister
Para terminar: Éxito laboral, reconocimiento internacional, premios, docencia, conferencias, varios libros y exposiciones, años sabáticos, una película, disfraces, desnudos, cicatrices, polémicas… ¿Qué le queda por hacer a Stefan Sagmeister?
Actualmente estoy trabajando en un amplio proyecto sobre el pensamiento a largo plazo. Los medios de inmediatez absoluta como Twitter o las noticias de última hora generan la impresión de un mundo fuera de control, con la democracia en peligro, conflictos por todas partes y una perspectiva generalizada de fatalidad. Pero si observamos los acontecimientos globales desde un punto de vista más amplio y a largo plazo – el único que tiene sentido –, casi cualquier aspecto relacionado con la humanidad mejora constantemente. Menos personas pasan hambre, menos gente muere en guerras o desastres naturales, más gente vive en democracia y viven vidas mucho más largas que en ningún otro momento de la historia. Hace 200 años, 9 de cada 10 personas no sabían leer o escribir; a día de hoy solo pasa con cada 1 de 10. Estoy trabajando en la creación de gráficos y visualizaciones interesantes sobre estas ideas con el fin de que el público general quiera tener estas imágenes en sus casas, a modo de recordatorio de que esos últimos tweets no son más que pequeñas desgracias en un entorno general bastante más saludable.
English:
STEFAN SAGMEISTER.
DESIGN, HAPPINESS AND BEAUTY
Stefan Sagmeister has become one of the most influential graphic designers of the recent decades. Not only because of his work, but also for his way of seeing life and his genuine personality. Although it would be difficult to define his style, we can say that Sagmeister has always pushed the creative limits in innovation and the use of different techniques, plus showing a big taste for provocation and humor.
Born in Bregenz (Austria) in the 60s, he studied graphic design in Vienna and coursed a scholarship at the Pratt Institute in New York. He has worked for Leo Burnett in Hong Kong and hand to hand with Tibor Kalman (founder of the Benetton ‘Colors’ magazine together with Oliviero Toscani). In 1993 he started his own design studio in New York, ‘Sagmeister Inc’. His first direct assignments were very related to the world of music and art, although he has worked for all kind of companies and institutions.
In 2012 he teamed up with Jessica Walsh to create Sagmeister & Walsh, a design studio that operated until mid-2019, the time when the creative couple announced a split of paths. Jessica continues to do commercial work in her new studio ‘&Walsh’, while Stefan decides to dedicate exclusively to non-commercial work.
Last year you announced that you were done with commercial work and started to dedicate yourself exclusively to self-generated and non-commercial projects. What reasons made you take this decision and what first results do you expect to achieve within this new era? Does this mean the end of your famous formula ‘1 sabbatical year for each 7 of work’?
I felt that while I still believe in the importance of people who care about design to create commercial work, I myself have done my share in that world. And of course I can still go on sabbaticals, next one coming up in three years.
Your last project with Jessica Walsh is ‘BEAUTY’, where you vindicate beauty as a fundamental part in design and life. This study gave birth to a book and an exhibition (that at this moment can be seen in Hamburg). Is this the last project of the creative couple or could we see further collaborations in the future? Will we have the opportunity to enjoy ‘BEAUTY’ in Spain?
We are still collaborating on other projects that come out of the Beauty context. Right now this includes products made out of cork (for Portugal) and the design for a courtyard in Germany. Right now, sadly, there are no plans for the show in Spain. I would love to show there as I know there is a very large design interest and the Beauty Show would work well there.
It’s been a few years since ‘THE HAPPY FILM / SHOW’, documentary and exhibition where you worked on the idea of happiness. Now comes ‘BEAUTY’. Do you think there is a link between these two ideas?
Let me explain: If you have ever visited the two train stations in New York, you will have sensed the difference in mood right away. Grand Central, a grand 1903 built space feels somewhat uplifting and lovely at any time of the day. Penn Station, a dismal low-ceilinged 1970ies space, feels claustrophobic and depressing. We compared tweets coming out of either space, the ones from Grand Central tend to be positive, the ones from Penn Station negative. We are convinced that the terrible mood we find in numerous airports are also triggered by the terrible architecture. So a beautiful space can make us feel better. Happiness and beauty are connected.
What first memories of your childhood do you associate with the word beauty?
I dont remember having had an acute sense for beauty as a child. However, I did own an apron featuring a duck, that I absolutely loved and likely found beautiful. I fought serious battles over it with my older sister who wanted to wear it too.
Tell us a little more about those first years. Which experiences do you think that contributed to becoming one of the most important designers of the turn of the century?
I started to write for a small magazine called Alphorn when I was 15, and quickly discovered that I loved doing the layout more than the writing. I came to NYC first with 18 and immediately knew that I wanted to live there, having grown up in a small town in the Austrian Alps I always wanted to live in a big city.
Every time we read about Sagmeister, the most used adjective is ‘designer’, but if we take a look at your career, we can find works that are much more closer to the artistic world. Do you find uncomfortable, pretentious or wrong if we apply the label “artist” to your person?
I went to design school and am largely working within the design world. I am a designer. My favorite definition between the difference of art and design comes from Donald Judd, who was involved in both: “Design has to work. Art does not”. I am designer, and so automatically all the work I do is design (and not art). And it can’t just ‘be’, it has to work. Having said that, yes, our own work has been influenced by numerous artists: The obvious ones like Jenny Holzer or Barbara Kruger (who in turn have been influenced by design), the obscure ones like Adolf Woelfli, the Vienna Actionist ones like Brus, Muehl, Wiener and Schwarzkogler, the good ones like Janine Antoni and Maurizio Catalan, the ones we have worked with like Mariko Mori, Douglas Gordon and Ashley Bickerton. But even though some of our graphics might look a little bit arty, they still are graphic design.
If you ask designers for their main design reference or favorite professional, many will answer ‘Stefan Sagmeister’. Could you tell us about yours? What current colleagues or studios do you think that are doing the most interesting projects?
I love what some of the people who used to work in our studio are up to, like Hjalti Karlsson, Jan Wilker, Martin Woodtli, Santiago Carrasquilla or Ariane Spanier. Outside of that, in graphics I love the work of Zach Liebermann, Anton & Irene, Marian Bantjes, Eike Koening and many, many others.
The legacy you leave in the world of design is questionless. Like every great designer, you also have your detractors, people who think that your work has always been too personal, excessively colorful or unfunctional. It’s impossible to please everyone, but do you have anything to say about it?
Yes, we actually made a tiny film about that: It is absolutely impossible to please everybody. What is possible however, is to create something meaningful for the audience you are meaning to be talking to. This is very difficult in itself, but certainly our goal on every project. Sometimes, rarely, we reach it.
Almost 15 years ago you launched the ‘Casa da Musica’ graphic identity, considered the very first flexible visual identity system. A model that was subsequently popularized and is still imitated. How do you see today, in perspective, this great contribution to the world of design and business?
Hmmm, I am not sure if we were the very first identity to attempt this. But looking back on it, I still like it.
Two of your great passions are design and music. You have an exquisite musical taste (we have seen you digging in your vinyl collection or talking about bands) and you have designed albums for great artists such as Lou Reed, The Rolling Stones, David Byrne, Jay Z, Aerosmith … You have won two Grammys and several times you said that once you have done something, you lose interest. But what current musician would you like to work with?
I feel that the design of album covers is something we’ve done in the past and I have now little desire to go back into it. Over the past couple of years, many fantastic covers have been created mostly by younger designers. I am completely impressed by the musicians who are able to create fantastic covers on their own, like Sufjan Stevens or Karen O.
With your CD packaging artwork you managed to elevate this format, which was not considered an art form. Do you still buy CDs? Would you prefer (or still feel like) designing vinyls?
I only buy vinyl now. And in that medium I am currently happy to be a consumer, not a designer.
You have worked with all kind of clients around the world. Do all this different cultures behave similarly in terms of work? Could you say who has been your best client? And the project you are most proud of?
We have always loved to work with various people in all sorts of countries. At the same time, I find it truly important that the local specifics and features of a place are treated with respect, preserved and worked with by local designers. As far as which project I am most proud of: Milton Glaser once told me that his proudest achievement in over 50 years of being a designer is that he is still interested and feels engaged. I myself find that sabbaticals to be the best cure.
At your studio you have hired people from all over the world, both interns and employees. Many of them founded later their own companies. Are you in contact with these people and aware of their work? Focusing on the Spanish example, do you follow Yarza Twins (the studio that Eva Yarza, intern at Sagmeister & Walsh in 2014, started with her twin sister in London)?
Yes, we met up some time ago! And yes, I am very happy and proud that so many went on to do fantastic work on their own. They of course were already good before they joined us.
You have never been afraid to expose yourself, both literally and figuratively. From complete nudes to talking about your private life in conferences, interviews and documentaries. Is there any part of ego in sharing those experiences or your intention is aways to serve as support and example to help others through your experience?
The initial naked opening card actually was a little gamble, my girlfriend at the time predicted that I will lose the one single client I had. She was wrong, we got two additional clients. Subsequent displays of nudity were easier, but ultimately the goal was to communicate effectively. The nude card with Jessica was genuine fun during the production, there is something strangely bonding about being naked in a photo studio. And I am sure there was a healthy part of ego in there too.
You have always questioned the established order through your work, your lifestyle or skipping the protocol. I loved the “Third world offices, first world prices” sentence that welcome the visitors in your office. Has this attitude ever had a negative impact on your work or personal life?
We have also done quite a bit of work that did not question any established order and just got the job done. When we did question, I don’t remember any negative consequences.
A couple of years ago you publicly apologized for a joke that bothered a sign language interpreter in one of your talks in New Zealand. This incident appears in your Wikipedia biography with its own epigraph, while other achievements of your professional career are not mentioned. Once I heard you say that “we enjoy more reading negative things than positive”, do you think ”The Free Encyclopedia” responds to that statement? How does this make you feel?
My Wikipedia page makes me feel terrible! If you or your readers could add anything that you deem important to my Wikipedia page, I’d be extremely grateful. That would be lovely!
Your Instagram is almost entirely dedicated to reviewing other people’s work. This is a great opportunity for students and young designers to access to you and your comments about their work, plus it gives them some exposure. There must be hundred of mails a day asking for reviews… is there any criteria to select what images you will post or you choose them randomly?
I select them either if they delight me, or if they have some merit and I suspect I could nudge the designer into pushing it just a bit harder to be truly good. Very rarely do I also review pieces that I don’t thing are good, the exception being if they allow me to make a larger point. I have recently heard back from design faculty members that they follow me in order to make their own reviews of student work tighter. I got a big kick out of that. If you are interested, please do follow me @stefansagmeister
The last one: A successful career, international recognition, awards, teaching, conferences, several books and exhibitions, sabbatical years, a movie, costumes, nudes, scars, controversies … What’s left to do for Stefan Sagmeister?
I am now working on a larger project that deals with long term thinking. Short term media like Twitter and hourly news create an impression of a world out of control, with democracy in peril, ubiquitous conflicts and an overall outlook of doom. But if we look at developments concerning the world from a long term perspective – the only sense making way – almost any aspect concerning humanity seems to get better.
Fewer people go hungry, fewer people die in wars and natural disasters, more people live in democracies – and live much longer lives – then ever before. 200 years ago 9 out of 10 people could neither read nor write, now it is just 1 out of 10. I am working on creating intriguing visualizations of these developments with the goal that viewers might want to place them into their living rooms, as reminders that the latest tweets are just tiny blips in an overall rather healthy environment.
www.sagmeisterwalsh.com