Bictor creció en una zona de Marbella donde no había demasiado lujo pintando en zonas industriales y túneles abandonados. Inspirándose en la cultura urbana, los videojuegos, la música, la moda, los coches clásicos, y todo lo retro en general, trabaja tipografías y algún que otro personaje animado. Es un artista autodidacta, muy autocrítico que combina su trabajo como diseñador gráfico con algunos pequeños proyectos de ilustración pero “no es fácil hacerse un nombre como ilustrador”, confiesa.
Para desconectar, se aleja de la tecnología. Da un paseito con sus perros o se va a pedalear un poco sin quitarse nunca de la cabeza el Coche Fantástico, su personaje histórico favorito.














INSTAGRAM